La rectoral de Olives brilla sin cirugía

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

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La restauración del edificio potenciando su integración en el paisaje y su esencia logra el premio Juana de Vega

18 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La casa rectoral de Olives (A Estrada) ha sido rescatada de la ruina gracias al acuerdo de la Iglesia con un particular que ha costeado la rehabilitación a cambio del uso temporal del inmueble como vivienda familiar. El usufructuario, el estradense Alejandro Valladares Durán, ha confiado la actuación a su hermano José Valladares, socio del estudio compostelano Rvr Arquitectos. El resultado es una actuación respetuosa con la construcción y con su entorno que acaba de ser reconocida con un accésit en la última edición del Premio de Intervencións da Paisaxe de la Fundación Juana de Vega.

«Lo que teníamos era una ruina de una construcción tradicional que, como tal, se caracteriza por su adecuación al entorno. Lo que hicimos fue reconocer lo bueno que había en torno a la casa y potenciarlo. Recuperamos una antigua mina, un lavadero y unas acequias que servían a la rectoral y que estaban ocultos. Esa recuperación etnográfica contribuye a la integración en el paisaje», explica el arquitecto José Valladares.

La rehabilitación se ha hecho además en base a una meticulosa lectura de las ruinas. «Encontramos por ejemplo piedras erosionadas en las que antaño se afilaban las hoces», comenta. «Se trata de aprender de la casa para preservar su sabiduría pero adaptarla a un uso actual y a unas necesidades de confort muy diferentes de las de hace 200 años», explica el arquitecto.

La intervención se ha limitado a lo mínimo indispensable. La estructura apenas se ha tocado, se han reutilizado materiales de derribo como teja y vigas de madera y en el exterior solo se ha modificado el tamaño de cuatro ventanas para dar más luz a la planta baja. En el entorno, los movimientos de tierra han sido los imprescindibles para crear un acceso y una zona de párking.

«El premio realmente es a la casa como intervención colectiva de quien la hizo en su momento, de los clientes en busca de una rehabilitación educada, sensible y respetuosa con el bien patrimonial, del arquitecto y de los expertos en los oficios de la construcción, que además son todos de la zona. De ellos es el premio», dice Valladares.