Esquiva una persecución policial tras el asalto a dos locales de A Estrada

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

cedida

El concesionario Start Motor y la cafetería Invictus sufrieron sendos robos

22 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A Estrada volvió a registrar una nueva madrugada de robos. Tras el asalto a la gasolinera SBC de la madrugada del martes, en la de ayer los ladrones entraron en el concesionario Start Motor en la Avenida de Pontevedra y en la cafetería Invictus, en el cruce entre la Avenida de Santiago y la Rúa da Cultura.

Se presume que ambos asaltos fueron perpetrados por las mismas personas, de forma consecutiva. Primero tendría lugar la incursión en el negocio de compra-venta de vehículos, antes de las dos de la madrugada.

Los ladrones no accedieron al local por la fachada principal, sino forzando una puerta situada en la parte posterior de las instalaciones, a través de una zona de fincas. Lograron así evitar las cámaras de vigilancia situadas en el frente del concesionario hacia la Avenida de Pontevedra.

Una vez en el interior, el intruso o intrusos -se desconoce el número- revolvieron todo. Según explican desde la empresa, los vehículos estaban intactos, pero la cristalera de la zona de despachos estaba rota. Los propietarios destacan que la activación de la alarma pudo provocar la huida de los ladrones que, por otra parte, nunca iban a encontrar demasiado dinero en metálico en las instalaciones porque todas las transacciones se realizan a través del banco. De hecho, el único botín que consiguieron fueron 325 euros de cambios del negocio. A raíz del suceso, la empresa valora la instalación de cámaras de seguridad también en la parte posterior del edificio.

Se presume que las mismas personas que entraron en Start Motor pudieron ser las que asaltaron a las dos menos cinco de la madrugada la cafetería Invictus. En este caso rompieron una de las cristaleras del local para acceder al interior. Con un destornillador perforaron uno de los cristales y luego, haciendo uso de una pata de cabra, destrozaron tres paneles del acristalamiento del frente del negocio, echando abajo uno de ellos para abrirse paso.

Las cámaras de seguridad del negocio recogieron la entrada de una única persona en el local. Por su constitución, parecía un hombre. No obstante, la identificación resulta imposible, ya que la persona vestía un traje-mono tipo disfraz que le cubría cuerpo y cabeza por completo. Portaba además un gorro.

El intruso reventó la máquina tragaperras del local, llevándose un botín de unos 900 euros. Abrió también la caja registradora, consiguiendo 450 euros en metálico y algunos décimos de lotería.

Cuando se disponía a reventar la máquina de tabaco, el ladrón tuvo que emprender la huida ante la llegada de la Guardia Civil.

Una vecina que había presenciado el asalto al local, alertó a las fuerzas del orden. Cuando los agentes llegaron pudieron ver al individuo, pero este huyó corriendo, saltó una valla y consiguió escabullirse por las fincas del entorno, amparándose en la oscuridad de la noche.

Los empresarios afectados presentaron ayer denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, que realizó las oportunas inspecciones y se encuentra investigando los hechos.