Los feriantes estrenan emplazamiento en A Estrada con quejas por el polvo

Nunca llueve a gusto de todos y si hablamos de la nueva Praza da Feira de A Estrada, mejor que no lo haga. Cuando lo hizo el suelo de tierra se convirtió en lodazal en algunos puntos. Mientras sigue el período de revisión la superficie escogida, este miércoles regresaban a su espacio habitual los vendedores ambulantes. Desde primera hora estuvo al pie del cañón el concejal de Mercados, Gonzalo Louzao, junto al arquitecto técnico municipal, Daniel Órrea, y agentes de la Policía Local para coordinar la distribución de los puestos. Para el edil, todo salió mejor de lo previsto. Pero hubo algunos feriantes disconformes.

Entre los vendedores las críticas se centraban principalmente en el suelo de tierra que, dijeron, levantaba polvo y les obligaba a regarlo para evitar que este se adhiriese a la ropa. También hubo alguno que estaba contento con el punto donde le ubicaron pero no con los que ocupaban los demás. Otra cuestión en la que incidían fue en que la distribución de los árboles en la plaza les dificultaba acceder con las furgonetas para la carga y descarga de la mercancía. En definitiva hubo algunas voces de preocupación porque pueden resentirse sus ventas en tiempos complicados, con la inflación disparada y con los potenciales compradores retraídos.

Gonzalo Louzao aseguró, por su parte, que se superó con nota un cambio tan importante como el afrontado ayer. La reforma de la plaza implica una distribución en paralelo y rectangular, cuando antes el espacio era triangular. Ahora los puestos se distribuyen en paralelo con pasillos anchos y con algunas interrupciones en el trazado para favorecer el tránsito del público, evitando así que pueda haber zonas más o menos concurridas. En la cita semanal de este miércoles fueron en torno a 67 los puestos que se instalaron en espera de alcanzar la previsión del centenar. El edil de Mercados resaltó que en breve se procederá a convocar las plazas libres o de quienes no cumplieron las condiciones fijadas cuando se abordó la obra.

Similares emplazamientos

Los puestos mantuvieron en gran medida la misma ubicación que en época pretérita y antes de obrar, como ocurre con la zona de la carballeira y en general en todo el espacio. Gonzalo Louzao resaltó que se había abierto el debate en torno al suelo escogido para la plaza, pero es el que figura en el proyecto escogido por votación popular. Por el momento el gobierno local pretende mantenerlo en espera de ver lo que ocurre cuando vuelva a llover y de evaluar posibles alternativas. Para algunos feriantes puede ocurrir lo mismo que les pasó en Padrón, donde al final colocaron gravilla.

El concejal de Mercados destacó el esfuerzo organizativo realizado para cuadrar a los cien feriantes que está previsto que se lleguen a colocar. Incidió en que siempre puede haber algún cabreo o queja puntual, pero defendió que todo quedó bien. Incidió en que los ambulantes viven de eso y por tanto resulta lógica su preocupación ante cualquier cambio, pero pasa en todos lados ante situaciones como esta. «Toca manexar fino pero foi un bo paso para todos e houbo moitas horas de traballos para planificar e tamén para que as terrazas dos bares teñan espazo amplo na praza», remarcó.

Un agujero a tapar en la zona del aparcamiento

Otras voces apuntaban a la presencia de un socavón en el aparcamiento generado junto a la plaza, donde se había asentado una atracción en las recientes fiestas de San Paio. Louzao explicaba que para nivelar el terreno se había realizado ese agujero que no taparon los dueños de esa atracción y ahora se encargará el Concello de solventar ese problema. El concejal estradense destacaba que hubo bastante público en esa primera feria de julio, con buen tiempo y buen ambiente. «Foi unha boa feira», sentenciaba, esperando que todo quedase ya perfectamente planificado para que las próximas citas vayan rodadas con los ambulantes.

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