Tormenta exterior en la tercera crisis de gobierno en Lalín

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

cedida

Queda saber si tras la renuncia de Katia Procino regresa el socialista José Hermida a la junta de gobierno, de donde salió con la llegada de Francisco Vilariño, o será alguien de CxL

01 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La tormenta generada por la renuncia de Katia Procino, escenificada la pasada semana por sus compañeros Teresa Varela y Miguel Medela, genera más ruido externo que interno en la política lalinense. Cualquier oportunidad se aprovecha y desde la oposición, tanto el Partido Popular como el edil no adscrito, atisban otro trasfondo tan determinante como su situación laboral y familiar para la marcha mediado el mandato de quien era concejala de Emprego, Comercio e Réxime Interno. Desde CxL y gobierno local se aferran al argumento de lo personal expresado por Procino, asegurando que seguirá colaborando con el ejecutivo local y su propio formación.

Pero al debate externo sin duda se añade, con menos ruido y quizás sin los sobresaltos de anteriores ocasiones, la necesidad de acometer una tercera crisis de gobierno por parte de Rafael Cuíña. En estos tiempos de más relajación, en pleno estío, toca resolver quién entrará en la junta de gobierno local. En ella figuraba Katia Procino, junto al propio alcalde, Nicolás González Casares, Tomás Vilariño, Celia Alonso, Francisco Vilariño y Lara Rodríguez. ¿Será alguien de CxL, es decir, un mero cambio de nombres dentro de la formación mayoritaria del cuatripartito? ¿O regresará el socialista José Manuel Hermida, damnificado en la primera crisis vivida en Semana Santa del pasado año? El equilibrio de fuerzas es ahora distinto que cuando estaba Hermida en su primera etapa. Será una de las cuestiones a dilucidar en estos próximos días.

Para quienes tengan memoria más frágil, recordar que Hermida dejó paso en la junta en febrero del 2016, dando entrada al nacionalista Francisco Vilariño, tras integrarse el BNG en el gobierno lalinense. Una medida puntual y con tiempo de caducidad que se prolongó en el tiempo, tras tensar la cuerda APAC con su rechazo a la cuarta dedicación exclusiva para Vilariño. Diferencias significativas que seguro generaban vivas tensiones, igual aún sin terminar de resolver entre ambas formaciones, pero el BNG dio un paso atrás y no insistió con esa dedicación, manteniéndose su edil en el núcleo duro que supone la junta de gobierno local.

Tras esa primera crisis en el gobierno local de febrero, saltaba la segunda en julio del 2016 con la marcha de Juan José Cruz. El hasta entonces edil de CxL se pasó al grupo de no adscritos. Quedaba el cuatripartito en minoría, con diez concejales, los mismos que el PP, para completar Cruz los veintiuno de la corporación lalinense. Aquí no tocaba mover ficha al regidor, solo afrontar las consecuencias de quedarse sin mayoría absoluta y la necesidad de abrir vías de diálogo con la oposición para sacar adelante acuerdos. Por ahora con menos consensos que desacuerdos, entre ellos los presupuestos para el 2017 que incluso motivaron una moción de confianza perdida. Sí deberá ahora Rafael Cuíña y las distintas fuerzas del gobierno local consensuar posturas para encontrar sustituto a Katia Procino -como edil entrará José Manuel Fernández Piki- en la junta de gobierno local.

Los populares hablan de cortina de humo de Cuíña y Cruz pide valentía a la exconcejala

Desde el PP cuestionaron ayer que Rafael Cuíña les atacase «coa careta de CxL», achacándole mentir al regidor. «O problema do cuatripartito non é Katia Procino senon que segue sendo o propio alcalde, que non debería esconder a súa responsabilidade nesta crise de goberno poñendo en boca do PP cousan que non dixeron». Afirman que solo pidieron a Katia Procino «valentía para desvelar as verdadeiras razóns da súa marcha e os desencontros co alcalde», significando que no cuestionaron su labor ni que también haya razones personales para su renuncia, aunque Cuíña busca tender «unha cortina de fume» al poner en boca de los populares, apuntan, palabras que nunca dijeron.

Lo que quieren saber, inciden desde el PP, «non é cando marchou a concelleira, algo que era unha mera cuestión de datas, senón que foi o que fixo alcade e porque para que aguantase máis dun ano dende que empezou a comentar a súa intención de marchar». Creen que el regidor busca esconder un problema que «tiña enriba da mesa dende fai tempo», lamentando que tenga «sempre a pel moi fina coa crítica que lle fai a oposición».

Por su parte, el edil no adscrito, Juan José Cruz, aseguró ayer que las discrepancias entre Katia Procino y Rafael Cuiña «comenzaron desde o mes seguinte á noite electoral». Dijo que tenderá una mano a la exconcejala para «loitar pola súa dignidade de futuro» en lugar de tender un cheque en blanco al regidor. Cree que podría ser «un animal político» por sus virtudes y capacidad, pidiéndole reflexión y valentía para explicar las razones de su marcha. Se pregunta si tiene que ver en ello la política de productividades a dedo en el Concello o los contratos del Conservatorio, entre otros temas.

Oposición tóxica del PP, dice el cuatripartito

Si el domingo era CxL, formación en la que se integra Katia Procino, ayer era el gobierno quien cuestionaba al PP tras sus manifestaciones por la renuncia de la concejala. Acusaron a los populares de hacer una «oposición tóxica e perniciosa», lamentando que pasase «calquera liña vermella, incluída a do respecto persoal». Tildaron de patrañas y de estrategia «democraticamente antihixiénica» las manifestaciones del PP sobre otros motivos además de los personales para que Procino dejase la corporación.

El gobierno cuatripartito redunda ya en el mensaje de CxL de la salida por la puerta de atrás de cinco concejales del PP por su incapacidad para hacer oposición, considerando sospechoso que valieran para gobernar y no para estar del otro lado. Afirmaron que sus sustitutos «tampouco están á altura de tanta responsabilidade». Piden a los populares que superen ya «esa profunda crise política que padecen» desde que perdieron las pasadas elecciones locales.

Insisten en que el PP debe pedir disculpas a Katia Procino, entre otras personas a las que se faltó al respeto y hacer examen de conciencia en temas como la urbanización del Agro de Lalín de Arriba, con «ruinosas consecuencias para algunhas familias».