Turismo cierra el albergue de A Laxe para su revisión en pleno agosto

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Miguel souto

Esperan que vuelva a estar «nas próximas semanas» disponible para los peregrinos, indignados al encontrarse las instalaciones cerradas sin ningún tipo de aviso previo

20 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Quejas por la falta de atención por las mañanas, sin siquiera un teléfono de contacto

Vilariño carga contra el cierre sin aviso previo del albergue de A Laxe, pero también critica el funcionamiento que ha tenido en los últimos meses bajo la gestión de una empresa: «Temos constancia de varias queixas neste tempo, a última delas dunha persoa de Nova Zelanda que a pasada semana olvidou alí unha carteira. Cando se dou conta e quixo recuperala volveu pola mañán, e non había ninguén para atendela, nin siquera un teléfono de contacto ao que poder chamar».

El concejal cuestiona la labor de Turismo en Lalín, indicando que cree cada menos en las casualidades: y ahora llega el inesperado cierre del albergue, unos días antes de que el gobierno local levante la voz en el pleno con una moción que clama contra los olvidos del municipio dezano en las guías turísticas que edita la Xunta de Galicia.

Vilariño: «Se nalgunha época do ano non pode estar pechado este servizo é agora»

Poco ha durado la reapertura del albergue de peregrinos de A Laxe, en la parroquia lalinense de Bendoiro. Exactamente tres meses: del 18 de mayo hasta el pasado viernes 18 de agosto, en que los peregrinos volvieron a encontrarse con la puerta cerrada a cal y canto, y en un cartel que reza únicamente en castellano: «Por motivos de mantenimiento del edificio este albergue permanecerá cerrado desde el 18 de agosto». Turismo de Galicia manifestó ayer que el albergue se encuentra cerrado «por tarefas de mantemento e revisión». Tampoco fue más explícito el departamento en dar razón de la fecha de puesta en marcha de las instalaciones: «Agardamos que poida estar de novo a disposición dos peregrinos nas próximas semanas», una perspectiva que dejaría cerrado el inmueble en uno de los meses de mayor afluencia.

Entre los primeros en darse de bruces con el nuevo cierre de A Laxe estuvieron el viernes cuatro peregrinos de Vigo que hacían la Vía da Prata: habían partido de Cea, y al completar una etapa de más de 30 kilómetros se encontraron sin espacio donde descansar. Un taxi les trasladó al nuevo albergue privado de Lalín, A Casa do Gato. Su responsable, Emiliano García Méijome criticaba ayer la situación que vuelve a vivir A Laxe: «A nós pode beneficiarnos, se veñen a Lalín, e a verdade é que esta mañá ?por ayer? marcharon encantados. Pero non se trata diso. A Xunta ten que facilitar aos peregrinos información oficial de que o albergue da Laxe está pechado, e con antelación. Non poden chegar aquí e atoparse isto: son xente que ven xa ao límite das forzas, e pode ter problemas» incluso de salud.

La Asociación de Amigos do Camiño de Santiago por Lalín-Deza tratará de suplir esa carencia de noticias del departamento autonómico la próxima semana, distribuyendo desde Cea carteles para informar del cierre y recoger las opciones que ofrece Lalín para hacer una parada, ya que la otra opción es ir a Silleda ?al albergue que funciona en el María Inmaculada?. Pero no es lo mismo que la información oficial, «porque os peregrinos fíanse menos».

El concejal de Turismo de Lalín, Francisco Vilariño, no tiene dudas: cerrar en pleno agosto es una sinrazón. «Se nalgunha época do ano non pode estar pechado este servizo é agora. Dannos igual os motivos do peche, que sexa por mantemento, por motivos estruturais ou puntuais. Non se xustifica pechar o albergue cando estivo ata hai poucos meses xa pechado prolongadamente, polo cambio de administración que se fixo cargo na xestión, e que logo se deu a unha empresa privada».

El edil se refiere al cierre que sufrió A Laxe desde el 1 de marzo, cuando el Concello no pudo seguir atendiendo la instalación por jubilación de la responsable contratada por el ayuntamiento. La Xunta no logró la reapertura hasta el 18 de mayo, dos meses y medio de parón que supusieron no dar servicio en Semana Santa; 79 días en los que, por lo visto, no hubo tiempo para realizar las tareas de mantenimiento y revisión que vuelven a cerrar el albergue en el pico de la temporada turística, en un verano con buenas cifras de peregrinos, asegura Vilariño.

El concejal se muestra preocupado de las consecuencias que este nuevo cierre tiene para la imagen del camino a su paso por Lalín. Una idea que comparte plenamente García Méijome, quien alerta de las críticas que la situación está suscitando ya en los foros de quienes peregrinan a Santiago. Vilariño Taboada señala que quien encuentra cerrado el albergue, y sin aviso previo, «teno moi complicado se chega tarde para atopar unha alternativa, sobre todo os que fan a ruta a pé». Ayer tarde, dos peregrinos polacos no ocultaban su indignación, mientras clamaban: «Closed, closed, closed!». Al final, se fueron en coche a Silleda. Y fue una estampa repetida todo el día.