Daniel Ramos, la perla dezana renace en la capital

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

OSCAR VíFER

La joven promesa formada en el BM Lalín gana protagonismo en el club de Pontevedra tras pasar por el Barça

24 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con quince años sus cualidades técnicas unidas a un físico portentoso llevaban a Daniel Ramos (Silleda, 1999) a integrarse en la primera plantilla del Balonmán Lalín. A su corta edad demostraba sabiduría sobre la cancha, bregando ante jugadores más experimentados en una posición tan complicada como preciada en este deporte, la de pivote. Su progresión y el escaparate de la Primera Nacional le llevó a acudir con la selección gallega y española a distintas competiciones, además de echarle el ojo el Barcelona. Fichaban a la perla dezana para dos años, pero al finalizar su primera campaña el pasado mayo un problema físico motivó la decisión de cortarle. Eso sí, con el orgullo de haber debutado en Asobal y alzar el trofeo de campeón de liga.

De regreso a casa tocaba deshojar la margarita ya que contaba con varias ofertas. Pero sobre todo había que olvidarse de las malas sensaciones tras dejar el club culé y recuperarse de esas molestias de espalda. Lo está consiguiendo en el seno del BM Cisne de Pontevedra, ciudad donde compagina sus estudios de INEF con el balonmano en la División de Plata. Daniel Ramos se mostraba ayer plenamente satisfecho de su adaptación a la entidad pontevedresa, «mucho más familiar que el Barcelona donde todo estaba demasiado planificado, ha sido casi como volver a casa». De la lesión casi ni se acuerda, sin molestias que le impidan jugar, aunque durante el parón navideño se realizará una resonancia para evaluar su estado.

El joven pivote de dieciocho años, 1,92 de altura y 120 kilos de peso -un armario en términos coloquiales- se está ganando un puesto en una plantilla competitiva como la del Cisne. «Mi papel depende del entrenador pero estoy contento con lo que estoy jugando y todo marcha muy bien», afirma Ramos. A la pregunta de cuántos goles lleva, dado su protagonismo en la vertiente de ataque, no sabe el dato concreto pero ya ronda la treintena tras nueve jornadas disputadas.

Para Daniel Ramos la temporada está yendo mejor de lo esperado, compenetrado con sus nuevos compañeros y consciente de trabajar duro para continuar su progresión. Destacó que pese a las cinco derrotas encajadas, menos ante el Ciudad Real, en otro partido perdieron solo de tres y en tres de un gol, con opciones en todos ellos de haber ganado.

El jugador dezano sigue a su ex equipo, el Lalinense, ahora tercero en su grupo de Primera Nacional aunque fue líder hasta la última jornada. Incluso fue a Vigo a verlos ante el Octavio, donde encajaron su primera derrota. Cree que cuentan con una buena plantilla y pueden pelear por la fase de ascenso.

Mientras, el entrenador de Ramos, Jabato, se mostraba ayer encantado con la adaptación del joven pivote. «Está creciendo en el equipo y en la categoría con un rendimiento que va a más», significó, añadiendo que «parecer haber dejado atrás su lesión porque no se queja y casi no se perdió ningún entrenamiento». Jabato emplea al dezano en ataque todo el partido, con creciente rol y minutos en defensa, «que antes no le exigíamos». Respecto a la trayectoria del Cisne, el técnico asegura que deben apretar los dientes y pelear cada partido, ya olvidada la racha negativa de cuatro derrotas consecutivas.