El edil de Turismo realiza un balance muy positivo del impacto turístico y de aceptación social de una iniciativa que se volverá a repetir el año que viene
17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Lalín se despidió ayer de los paraguas que pintaban de colores el cielo de la rúa Colón. Desde su instalación en el mes de agosto hasta ayer, se convirtieron en la imagen más fotografiada de la localidad. El concejal de Turismo, Francisco Vilariño, hacía ayer balance de esta iniciativa destacando su impacto turístico y la gran aceptación social que tuvo.
Ayer por la mañana se procedió a desmontar la instalación de que sostenía los 200 paraguas que cubrieron esta calle peatonal y que tenía como objetivo embellecerla. El titular de Turismo destacó que las expectativas iniciales «víronse amplamente superadas e non podemos máis que mostrar a nosa satisfacción polos excelentes resultados que se alcanzaron». Subrayó especialmente la repercusión que tuvieron los paraguas y que tildó de «excepcional». Fueron dice, cientos las fotos hechas en esta zona y los retratos que estas últimas semanas se realizaron en esta calle y circularon masivamente por las redes sociales especialmente en Facebook e Instagram.
Un impacto que tuvo su eco en la aparición de las imágenes de la calle en La Sexta y en la Televisión de Galicia. Vilariño destacó el efecto llamada de la calle que se tradujo en un aumento de visitantes incidiendo también la repercusión positiva que tuvo también en el comercio y la hostelería «e todo cun pequeno investimento que apenas superou os catro mil euros».
Para el año que viene, el concejal de Turismo anuncia que están trabajando para repetir esta iniciativa el año que viene, de cara a la primavera, empleando más motivos ornamentales y ampliando esta iniciativa a otras calles.
Lo que sí permanecerá en la rúa Colon mientras tanto son los tres bancos de colores que se colocaron junto con los paraguas debido a la gran aceptación que tuvieron y al gran uso que le están dando los vecinos.
La retirada de los paraguas provocó también una oleada de lamentaciones y de comentarios por parte de los vecinos que ya se habían acostumbrado a esta imagen colorida y apuntaron que los echarán de menos.
Hoy la calle volvía a quedar desnuda recobrando su aspecto habitual ya que la instalación no resistiría los rigores del invierno, a causa de los temporales de viento y lluvia propios de esta estación. De ahí la obligación de su retirada. Ya hace unos días las inclemencias meteorológicas obligaron a llevar a reparar la instalación por la caída y el desprendimiento de varios paraguas.