Andaluza de Cortegana (su pueblo,como decía ella) al pie de la Sierra de Aracena en la provincia de Huelva, la vida la situó en Silleda, donde movida siempre por su empatía y sus valores de igualdad y solidaridad se fue integrando de una manera intensa , poniendo en el centro de su trabajo a las personas y a la comunidad más desfavorecida.
Ya al comienzo y en su paso por la Asociación de Padres del Colegio Público se esforzó por conseguir una Escuela Pública plural y cada vez con más calidad.
Presidió la Asociación de Amas de Casa Xuntanza y aquí movilizó recursos para la formación de las mujeres y dignificar su trabajo, organizó visitas a lugares de interés para sacarlas de sus cocinas y hacerlas más visibles…
Donde compartí mas momentos con ella fue en la Asociación Contra el Cáncer donde por su empatía supo ver el enorme desequilibrio emocional y económico que ésta enfermedad provoca en los enfermos y en sus familias y gestionó con la Presidenta Provincial la concesión de unas ayudas económicas que se entregaban mensualmente en los propios domicilios acompañando y reconfortando al enfermo. Era una labor de voluntariado invirtiendo su tiempo y su esfuerzo hacia los demás en un trabajo solidario.
Pero además en esta Asociación apoyó con todas sus fuerzas de luchadora la idea de la Presidenta Nacional de poner en funcionamiento la primera unidad móvil de mamografias para la Prevención del Cáncer de mama que tantas vidas ha salvado y que fue pionera en España, siendo despues incorporada a la Consellería de Sanidade a través del Programa de Prevencion de Saúde Pública.
Quizá por añoranza con sus origenes puso en marcha la Cofradía de los Dolores que acompañaba a la Virgen en procesión la tarde del Viernes Santo.
En estos tiempos de individualidades egoistas, recuperemos estos valores que nos ha mostrado Mariló con su ejemplo y reconfortemos a su familia por su pérdida.