«Me han traicionado. Pero estos, ¿adónde quieren ir?»

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

09 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

L a votación de las cuentas del Estado dejó al descubierto la extrema debilidad de Silvio Berlusconi en el Parlamento, donde 308 diputados votaron a favor, mientras 321 no se pronunciaban y uno se abstenía. Y ello, porque la oposición decidió participar en el pleno, pero no expresar su voto para evidenciar el pírrico apoyo real con el que cuenta el Gobierno. Fueron 8 los «traidores», como los tildó Berlusconi en las notas que tomó durante la votación y de las quedó constancia en imágenes.

Il Cavaliere no salía de su asombro. «Me han traicionado. Pero estos, ¿adónde quieren ir?», preguntó un atónito Berlusconi a un grupo de parlamentarios de su partido tras comprobar el adverso resultado.

En sus notas, pistas sobre los pasos a seguir. «Vuelco político-Voto-Tomar nota: Dimisión-Presidente de la República- una solución», rezaba el folio que el primer ministro asía en su mano al término de la sesión. Berlusconi aparecía entre desilusionado e incrédulo mientras tomaba atenta nota de los nombres de los «traidores». Y para ello no dudó en pedir las actas.

Antes de llegar al Parlamento le salían las cuentas y estaba seguro de que una vez más pasaría el examen. No había imaginado un resultado tan negativo. Y eso que entre sus diputados del Pueblo de la Libertad (PDL) es cada vez más evidente el malestar hacia un Berlusconi, al que algunos acusan de no afrontar los problemas el país.

En los últimos días los abandonos, como el de la expresentadora de televisión Gabriella Carducci, se han sucedido. Tal vez al final toda la culpa sea del diputado Genaro Malgieri que justificó su ausencia en la votación por estar «en el baño».

La jornada se había iniciado entre rumores y conjeturas sobre una eventual dimisión de Il Cavaliere, alimentados por Umberto Bossi, líder de Liga Norte, quien comentó haber propuesto un Gobierno con Angelino Alfano, secretario del PDL, al frente. En la calle no se hablaba de otra cosa. Son muchos los italianos que llevan tiempo pidiendo un cambio, viendo la necesidad de acabar con un Gobierno agónico y dar un giro a la política. Es una Italia herida en su orgullo tras descubrir que está en manos de una Unión Europea que exige duras reformas.

«Es necesario dar una respuesta a Europa y a los mercados [...] Detrás de mí solo veo el voto [elecciones]»

«Ahora lo más importante es el bien del país»

Silvio Berlusconi