La policía china busca manos negras detrás del hundimiento de las bolsas

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Un inversor chino observa preocupado la pantalla de precios.
Un inversor chino observa preocupado la pantalla de precios. CHINA DAILY | Reuters

El Gobierno lo está intentando prácticamente todo para frenar una espiral bajista que está devorando a millones de pequeños inversores

10 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Anda desesperado el Gobierno chino con el desplome de las bolsas del país. Tanto, que lo está intentando prácticamente todo para frenar una espiral bajista que está devorando a millones de pequeños inversores.

La lista de medidas es larga. Mucho. Pero, de momento, no han surtido los efectos deseados. Se han recortado los tipos de interés para inundar el mercado de dinero. Se han puesto fondos públicos a espuertas para apoyar la cotización, primero de las grandes empresas; y, después, también de las pequeñas y medianas. Se han cancelado las salidas a bolsa de nuevas empresas hasta nueva orden. Se han recortado los impuestos que se aplican a las transacciones bursátiles. Se le ha prestado dinero a los corredores de bolsa para que compren títulos a manos llenas. Se ha prohibido a los accionistas que tienen más de un 5 % en una compañía vender sus títulos durante los próximos seis meses... Y ahora también se ha puesto a la policía sobre la pista de los supuestos especuladores que están hundiendo el mercado.

Antes eran inversores. Ahora, como las cosas vienen mal dadas, se han convertido en malvados especuladores. Suele ocurrir. Es esta una mala costumbre muy extendida entre los Gobiernos. Lo vimos hasta la saciedad durante lo peor de la crisis de deuda que asoló la eurozona en el 2012 y que todavía no se ha zanjado.

Desalmados

El problema de las bolsas chinas son esos desalmados que compran y venden en cuestión de minutos trufando de volatilidad y miedo el parqué. Las autoridades del gigante asiático lo tienen claro. Son ellos los que están detrás del mayor descalabro bursátil de China desde 1992. Por eso, ayer anunciaron «castigos severos para quienes lleven a cabo operaciones que violan los reglamentos». Es lo que han denominado «venta maliciosa a corto plazo». Y la Policía ya anda detrás de los malhechores.

En cualquier caso, después de una de las semanas más negras de los parqués chinos, ayer los inversores pudieron suspirar aliviados, ya que el principal índice del país, el de Shanghái, cerró con un alza del 5,76%. Aunque eso sí con más de la mitad de las 2.800 empresas de las bolsas de Shanghái y Shenzhen, suspendidas.