El FMI quiere que las pensiones no suban más del 0,25 % y un retraso «automático» de la jubilación

M . mora / J. M. camarero REDACCIÓN / LA VOZ, COLPISA

ECONOMÍA

Kiko Huesca | EFE

Aconseja ligar las subidas de sueldos a la competitividad

19 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Vaticinó hace unos días la Autoridad Fiscal que, a la vista de cómo andan las cuentas de la Seguridad Social (el agujero ronda los 20.000 millones), las pensiones no van a subir más del 0,25 % al año (el mínimo que establece la ley) en el próximo lustro. O lo que es lo mismo, que el poder adquisitivo de los pensionistas va a sufrir una dentellada -otra- del 7 % en cinco años.

Y ahora viene el FMI a abundar en el asunto. Creen los hombres de negro -en realidad no visten de negro y son, en gran parte, mujeres-, que acaban de emitir uno de sus periódicos informes sobre la economía española, que las prestaciones no deben subir más de ese 0,25 %. Un incremento mayor que ese, o incluso ligado a la evolución de la inflación, como pretenden sindicatos y oposición, pondría en riesgo la estabilidad del sistema. O eso por lo menos es lo que mantienen los expertos del FMI.

Lo dijo ayer muy claro su jefa, Andrea Schaechter: «Si las pensiones aumentan ahora, se les ofrece más dinero a los jubilados actuales, pero los del futuro tendrán que asumir esa carga». Así que la idea es que se aprieten ahora el cinturón para que el ajuste se reparta entre generaciones. «Solidaridad intergeneracional» lo llama el FMI.

Además, Schaechter dijo que, si, empujado por la presión social, el Gobierno da el brazo a torcer y se aviene a revalorizarlas por encima de ese listón, «también harían falta ajustes que contrarresten ese efecto». En cualquier caso, a su modo de ver, «España tiene unas prestaciones generosas comparadas con las de otros países».

Al FMI no le basta con las dos reformas que ha sufrido el sistema, la del 2011 y la del 2013. Y esboza por dónde ha de ir la próxima. No se trata ya tanto de elevar la edad de jubilación más allá de los 67 años -será dentro de diez años, en el 2027, cuando todos los trabajadores accederán a la jubilación a esa edad-, sino de hacerlo «automáticamente». Es decir, no esperar hasta entonces para «dar otro paso más». Y no solo eso. Recomienda «sacar esta medida del ámbito político», para que ningún partido en el poder sufra los efectos electorales, y vincular ya el incremento de esa edad a los cambios en la esperanza de vida de forma automática, como hacen otros países.

Tampoco cree el FMI que haya llegado el momento de que suban los salarios. Y eso que considera que la recuperación de la economía española es «impresionante». Tanto que este año va a crecer un 3,1 % (cinco décimas más de lo que vaticinaba en abril). En su opinión, lo de aumentar los sueldos queda reservado para las empresas que ganen competitividad.

También presentó ayer el organismo su informe sobre la banca española. Y ahí, claro está, el protagonismo se lo lleva el Popular. Dice estar «satisfecho» el FMI con el proceso «ágil y coordinado» que se estableció para afrontar la crisis de la entidad. Y subraya que su resolución y posterior venta exprés al Santander «ha eliminado una fuente de incertidumbre en el sistema bancario». En su informe advierte, sin embargo, de que «los legados de la crisis no se han superado del todo» e insiste en la necesidad de más fusiones.