Unai Sordo: «El sindicato tiene que pisar más la empresa, estar cerca del trabajador»

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN A. SOLER

Sucesor del ferrolano Fernández Toxo al frente de CC. OO., cree que el actual modelo de contratación está gestando la próxima crisis de empleo

19 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Era el líder del sindicato en el País Vasco, y desde el pasado junio ostenta la secretaría general de la organización, cargo en el que sustituyó a Ignacio Fernández Toxo. Unai Sordo (Bilbao, 1972) estuvo ayer en Santiago.

-¿Cómo ve a Comisiones en Galicia, tercera fuerza sindical?

-Es un sindicato que ha hecho un relevo importante, y los veo con mucho pulso y con mucho nervio. La organización está acertando en clave de movilización y en clave de refuerzo organizativo, y creo que está en disposición de mejorar sus tasas de representación y de afiliación. Esta es la mejor manera de recuperar posiciones.

-¿Por qué ha habido esta creciente desafección de la clase trabajadora hacia todo el movimiento sindical?

-Se ha producido un distanciamiento de los ciudadanos a lo que podríamos llamar hechos representativos, y no solo a los sindicatos. Esto afecta a las instituciones, a los partidos e, indudablemente, nosotros no hemos salido indemnes. Con todo, seguimos siendo muy de largo de las organizaciones con más afiliación tanto en Galicia como en el conjunto de España.

-¿Cómo se puede revertir esta situación?

-Lo que toca es dar un salto adelante hacia la proximidad de los problemas de la gente. Hemos hecho algunas cosas bien, pero tenemos que volver a reforzar nuestra presencia continua en el centro de trabajo. La gente que peor lo está pasando tiene que sentir nuestra cercanía y nuestra utilidad. Por eso el sindicato tiene que pisar más la empresa, estar cerca del trabajador. La tipología de problemas que padecen los trabajadores es muy diversa.

-¿Qué expectativas hay en las negociaciones con los funcionarios para su subida salarial?

-El diálogo está siendo complicado y las partes están lejos de alcanzar un acuerdo. Nuestra apuesta decidida pasa por que los empleados públicos recuperen la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido en los últimos años. Y eso es necesario también para recuperar el valor y la calidad de los servicios públicos.

-Esa devaluación ha sido brutal también en el sector privado, y ahí se está muy lejos de recuperar el terreno perdido...

-Sí, y sobre todo ha afectado a los estratos más bajos. En España, por ejemplo, cuando la economía crece por encima del 3 %, los salarios todavía no suben por encima de la inflación. Que la crisis golpee así a los estratos de renta más bajos es un drama. Y esto hay que reconducirlo con la negociación y con un impulso decidido para subir el SMI.

-Sin embargo, la realidad dice que el fenómeno de la pobreza laboral va en aumento...

-Esto tiene que ver con el modelo de salida de la crisis, que pivota sobre una serie de reformas, como la laboral, que sitúan la desigualdad como el eje de impulso. Lo que está pasando no es casual: es consecuencia de las reformas. Cae el paro, pero crecen la temporalidad y la precariedad. Con este modelo de contratación se está gestando la próxima crisis en el empleo. Y este es el viejo lastre de nuestro mercado de trabajo, como ya ocurría antes de la crisis.

-¿Y esto cómo se cambia?

-Hay que penalizar la utilización sistemática del contrato temporal y evitar que las empresas recurran al despido de los eventuales para hacer frente a sus problemas de demanda. Tiene que haber una flexibilidad pactada, y eso supone que el sindicato está en la empresa y se acuerdan fórmulas de equilibrio, de negociación. La reforma laboral destruyó por completo este modelo.

-¿Qué proponen para la negociación colectiva?

-Hay dos patas. Una tiene que ver con los salarios. Hay que mejorar su poder adquisitivo por una lógica de redistribución de la renta. El segundo pilar es que hay que introducir en la negociación colectiva asuntos como la igualdad de sexos, la formación a lo largo de la vida del trabajador y la salud laboral.

-¿Cuál es la posición del sindicato con el conflicto abierto en Cataluña?

-Estamos asistiendo a un conflicto político de mucho calado, que lleva tiempo conduciéndose por vías no deseables. Y en este escenario de choque de trenes no vamos a ningún sitio: hace falta un diálogo entre las partes.