La Comisión Europea lanza una ofensiva contra el fraude del IVA transfronterizo

c. p. BRUSELAS / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

JAN BAUER | EFE

Bruselas cifra en 50.000 millones las pérdidas atribuidas al fraude en operaciones de venta en el mercado interior

05 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Obsoleto», «anacrónico», así se ha quedo el actual sistema recaudatorio del IVA en operaciones transfronterizas. Un cuarto de siglo de parches y enmiendas no han servido para frenar la sangría económica que supone para las arcas públicas dejar escapar unos ingresos de los que beben en buena medida los servicios e infraestructuras públicos en los países europeos. Bruselas cifra en 50.000 millones las pérdidas atribuidas al fraude en operaciones de venta en el mercado interior por dejar de declarar el IVA. El equivalente a arrebatarle a cada ciudadano europeo 100 euros anuales de sus ahorros. La brecha total del IVA (la diferencia entre lo que se esperaba recaudar y lo que finalmente se logró ingresar) alcanzó un resultado negativo de 152.000 millones en el 2015 en el conjunto de la Unión.

Para frenar esta sangría, el comisario de Economía, Pierre Moscovici, presentó un plan con el que pretende reducir en un 80 % los casos de estafa.

El objetivo es crear un área única de IVA para el 2022 y evitar así el llamado «fraude de carrusel», por el que algunas compañías u organizaciones criminales aprovechan la actual exención del IVA a la venta transfronteriza para comprar productos libres del impuesto a un país vecino y cargar el IVA al consumidor tras la venta de ese mismo bien en el país donde están radicadas. Moscovici propone que todas las empresas que efectúen ventas de bienes en otro territorio distinto al de su ubicación se dirijan a una ventanilla única en su país de residencia fiscal para declarar el impuesto. Se trata de un mecanismo que ya funciona para las ventas electrónicas y que ha hecho aflorar en el 2016 hasta 3.200 millones.