Nueva guerra en la CEG ante el plan previsto para aplicar el relevo de Arias

Mario Beramendi Álvarez
maRIO BERAMENDI SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

Ourense y Pontevedra se desmarcan de un acuerdo para reformar los estatutos

31 oct 2017 . Actualizado a las 13:31 h.

La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) protagonizó ayer un nuevo y esperpéntico episodio tras un controvertido comité ejecutivo, al que no asistieron ni la provincia de Ourense ni la de Pontevedra. De hecho, era la primera reunión que se celebraba en la patronal tras el acuerdo al que habían llegado las cuatro provincias para que la presidencia fuese rotatoria, lo que suponía la salida de Antón Arias, solo nueve meses después de haber sido elegido como presidente de los empresarios.

Tras el encuentro, la patronal hizo público un comunicado oficial en el que atribuía la reforma estatutaria para alternar el mando a una exigencia ineludible de la provincia de Ourense y en el que aseguraba que, tras incorporar ese planteamiento, se había llegado a un acuerdo. «Tras as esixencias da CEO, e aínda que non a totalidade das restantes confederacións provinciais estaban dacordo, cederon ante as pretensións da primeira en aras de conquerir un documento de consenso que viabilizase esa modificación de estatutos», rezaba la nota.

Nada que ver con la posición que, horas más tarde, hacían pública las provincias de Ourense y de Pontevedra, las cuales mostraron su rechazo al borrador de reforma de estatutos anunciado, al tiempo que cargaban contra su presidente, Antón Arias. Desde la organización liderada por Jorge Cebreiros no solo negaban que el borrador tratado ayer fuese fruto del consenso sino que incluso pedían la dimisión del actual presidente, Antón Arias. Los empresarios de Pontevedra también dijeron estar en contra de que se limite la representatividad de las organizaciones sectoriales. No se quedó atrás la réplica de los empresarios de Ourense, muy molestos con el comunicado oficial de la patronal gallega. «Es radical y absolutamente falso que se haya planteado ninguna exigencia ineludible, como dice la CEG, para apoyar cambios en los estatutos», subrayó la organización liderada por Pérez Canal, que recordó que fueron los únicos que presentaron un documento y que en él se planteaba una presidencia rotatoria en turnos de un año. Los empresarios ourensanos insisten en que, en su momento, llamaron a un debate sosegado y pausado para alcanzar el mayor consenso posible.

Lo ocurrido ayer vuelve a evidenciar la profunda fractura interna en el seno de una patronal que sigue siendo más noticia por las luchas por controlar el poder que por representar y dar servicio a sus empresarios. El acuerdo que habían alcanzado las cuatro provincias para una alternancia en el presidencia se justificaba, según sus promotores, en dar estabilidad a la CEG. Pero ahora, de repente, parece haber saltado por los aires. En principio, la patronal tiene previsto celebrar el próximo 28 de noviembre una asamblea general, que es el órgano interno que puede aprobar una reforma de los estatutos.

Las cuatro provincias habían acordado que la presidencia fuese rotatoria Las diferentes versiones sobre lo ocurrido ponen otra vez al descubierto la desconfianza permanente que existe entre las provincias en una CEG que sigue marcada por las maniobras políticas internas y que lleva ya tres presidentes diferentes en apenas cuatro años.