Las empresas no se enteran y pagan de más

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez SOFIA.VAZQUEZ@LAVOZ.ES

ECONOMÍA

El 80 % de las compañías dan por buena la cuota tributaria del recibo sin ser conscientes de que pagan incorrectamente debido a errores censales

17 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En esta vida no todo puede hacerse perfecto, pero tampoco se puede andar en la inopia. Esto es precisamente lo que les sucede al 80 % de las empresas españolas con el impuesto de actividades económicas (IAE). Pagan de más y no se enteran. Ayming, grupo internacional de consultoría, explica que el IAE «se ha convertido en una fuente de controversia interpretativa de las normas que lo regulan, en ocasiones totalmente antagónicas entre las distintas haciendas locales y los propios actuarios del órgano de inspección». El consultor Emilio García advierte que el 80 % de las empresas dan por buena la cuota tributaria del recibo sin ser conscientes de que pagan incorrectamente debido a errores censales. Es importante tener claro que los contribuyentes pueden revisar los elementos que determinan la cuota a pagar. Es preciso estudiar las ordenanzas fiscales, para detectar bonificaciones, exenciones o algún tipo de beneficio. La cuota a pagar viene determinada por la actividad económica y los coeficientes municipales. Influyen en ella el número de trabajadores, el importe neto de la cifra de negocio, el epígrafe de actividad económica (existen más de 900 referencias), la superficie afecta (se pondera en función de la población), el índice de situación y el recargo provincial o insular. Los ayuntamientos modifican la presión fiscal todos los años, y en el informe de Ayming hay una precisión muy interesante: «Muchas entidades locales subcontratan empresas privadas para realizar los estudios y complementar a los funcionarios en el proceso. Estas empresas se llevan un tanto por ciento del total recaudado por el Ayuntamiento, por lo que muchas veces y por la interpretación normativa, tienden a aplicar criterios que no benefician a los contribuyentes». Así que toca estudiar el impuesto y preparar los argumentos para rebatir lo injusto.

Ejemplos: 1.- Una empresa industrial química que redujo la cuota a pagar por procedimiento inspector en 850.000 euros

2.- Una empresa hotelera que redujo la cuota a pagar de 42.500 euros a 34.800. Y más que se podrían contar.