Elevar la exención del IRPF beneficiaría a unos 80.000 pensionistas en Galicia

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

El Gobierno pretende subir de 12.000 a 17.000 euros el mínimo libre de tributación

21 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los caramelos fiscales con los que el Gobierno trata de calmar el enfado de los pensionistas van tomando forma. Si el miércoles pasado fue el presidente, Mariano Rajoy, quien avanzó en el Congreso la introducción de ayudas fiscales en el IRPF para este colectivo -siempre que los Presupuestos Generales del Estado para este año salgan adelante-, así como subidas de las pensiones mínimas y de viudedad, ayer el vicesecretario de política social y sectorial del PP, Javier Maroto, concretó un poco más y aseguró que el Ejecutivo pretende elevar a 17.000 euros las rentas de los pensionistas exentas de tributar en el IRPF (un umbral fijado actualmente en 12.000).

La medida, dijo, les permitirá ganar poder adquisitivo al no tener que pagar el impuesto. A falta de conocer la letra pequeña, ya que Hacienda guarda silencio sobre los detalles hasta que el próximo martes el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de ley de las cuentas públicas, se estima que alrededor de 80.000 pensionistas gallegos (algo más de un 10 % más que los que ya están libres de tributar ahora) se beneficiarían de esta ampliación de la exención fiscal, ya que cobran entre 12.000 y 17.000 euros brutos al año.

En lo que respecta al conjunto de España, la cifra de beneficiarios rondaría el millón de personas, es decir, un 11 % más que en la actualidad, según se infiere de los últimos datos disponibles en las estadísticas de la Agencia Tributaria, correspondiente al año 2016, y en las de la Seguridad Social, del 2017. El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) recuerda, no obstante, que «alrededor del 63 % de los pensionistas» ya están libres de pagar el IRPF.

En Galicia se abonan cerca de 760.900 pensiones (el número de perceptores es algo menor, ya que no son pocos los que perciben más de una, como la de jubilación y la de viudedad). De esa cifra total, se beneficiarían de la nueva medida algo más de 100.000 prestaciones (el 13 %), ya que son las que están en la horquilla de entre los 12.000 y los 17.000 euros brutos al año o, lo que es lo mismo, entre los 857 y los 1.214 euros brutos mensuales.

Tomando el número total de pensiones que se pagan en la comunidad, casi el 84 % (prácticamente 638.000) no tendrían que tributar, al quedar por debajo de los 17.000 euros anunciados.

Poder adquisitivo por vía fiscal

Maroto recordó ayer que «Mariano Rajoy ha eliminado el IRPF para todos los pensionistas que cobren menos de 860 euros al mes [que, en 14 pagas, equivale a 12.000 euros al año]. Queremos hacer extensiva esa eliminación del IRPF incluso hasta los 17.000 euros, es decir, hacer que más pensionistas ganen poder adquisitivo por la vía de no pagar el impuesto».

Y es que la medida se traducirá, en la práctica, en un ahorro de 111 euros para pensiones de 1.200 euros mensuales y de la mitad para las de 1.100, al dejar de practicarse retenciones, cuyo importe pasaría a engordar la nómina líquida.

El vicesecretario de Política Social del PP también subrayó que «van tomando cuerpo» los otros dos anuncios que hizo Rajoy: las mejoras de las pensiones mínimas y de las de viudedad. Respecto a estas últimas, aseguró que habrá «un gesto clarísimo y merecido» hacia las viudas, ya que la subida «va más allá de lo que estaba previsto», mientras que sobre las mínimas indicó que habrá una propuesta para que se eleven «mucho más de lo anunciado». «Vamos a ver lo que dan de sí los Presupuestos», añadió, y pidió «respeto» a las formaciones políticas, porque «los pensionistas no pueden ser un nicho electoral para nadie».

Por su parte, también ayer la ministra de Empleo, Fátima Báñez, aprovechó para destacar que el compromiso del Ejecutivo es «subir las pensiones todo lo que se pueda», mientras que en las filas de la oposición las novedades avanzadas en la jornada solo encontraron críticas. Así, desde el PSOE, el secretario de política económica y empleo, Manuel Escudero, calificó la medida del IRPF de «manifiestamente incompleta e insuficiente».

Unos 160.000 trabajadores gallegos seguirían pagando el impuesto pese a cobrar lo mismo que los jubilados

G. L.

Si la propuesta del Gobierno no se queda en un globo sonda y se confirma en los términos en los que fue anunciada ayer por Javier Maroto, la ampliación de la exención fiscal en el IRPF a los pensionistas que cobren entre 12.000 y 17.000 euros brutos anuales (algo más de un millón de personas en el conjunto de España) dejaría fuera a otros contribuyentes que, pese a tener el mismo nivel de ingresos, los obtienen por otras vías. Sería el caso, principalmente, de los trabajadores en activo, que, según la retórica empleada ayer por el vicesecretario del PP, no podrían acceder a la nueva exención y tendrían que seguir pagando el impuesto de la renta pese a cobrar lo mismo que los pensionistas que quedarían libres de tributar.

Actualmente, todos los contribuyentes, con independencia de que sean trabajadores o pensionistas, están exentos de pagar IRPF si ganan menos de 12.000 euros al año. PP y Ciudadanos habían pactado elevar ese umbral libre de tributación hasta los 14.000 euros en los próximos Presupuestos, pero Maroto subió ayer el listón hasta los 17.000, aunque solo para pensionistas.

Aunque no hay cifras exactas, las estadísticas de salarios de la Agencia Tributaria apuntan que, en el conjunto de España, más de dos millones de trabajadores quedarían fuera en caso de que Hacienda finalmente aplique la nueva exención solo a los pensionistas. En el caso de Galicia, tanto el fisco como los datos de la EPA cifran en cerca de 160.000 los asalariados que se verían privados del caramelo fiscal con el que el Gobierno quiere enfriar las movilizaciones de los jubilados en las últimas semanas.

El BCE defiende que es mejor subir la edad de retiro que recortar las pagas de jubilación

El Banco Central Europeo (BCE) considera que el aumento de la edad de jubilación es más positivo que la reducción de las pensiones como medida para contrarrestar los efectos del envejecimiento. Una tendencia demográfica que, como se advierte en un artículo del boletín económico de la entidad publicado ayer, tendrá importantes implicaciones macroeconómicas y fiscales para la eurozona, y representará un desafío para que los países que comparten la moneda única puedan reducir su endeudamiento y asegurar su sostenibilidad fiscal a largo plazo.

El supervisor estima que el aumento de la edad de retiro puede mitigar esos efectos macroeconómicos adversos gracias a su impacto en la fuerza de trabajo y en el consumo doméstico. Por el contrario, apunta que recortar las pensiones serviría «muy poco» para combatir esos efectos indeseados, que también se podrían «exacerbar» si se eleva el nivel de contribución requerido para acceder a una prestación.

El nuevo Gobierno alemán se estrena con una subida de las pensiones de hasta el 3,4 %

El Gobierno de Alemania ha estrenado la legislatura con el anuncio de una subida de pensiones que ascenderá al 3,2 % en el oeste del país y a un 3,4 % en el este, según avanzó ayer el nuevo ministro de Trabajo, Hubertus Heil. «La buena situación del mercado laboral y los aumentos salariales del pasado condujeron a una subida de las pensiones», subrayó el político socialdemócrata.

En el oeste, la subida es sensiblemente superior a la aplicada el año pasado (1,9 %), mientras que en los territorios de la extinta República Democrática Alemana se mantiene estable (fue un 3,59 % en el 2017), para compensar la desigualdad que aún sufren los pensionistas en esa parte del país casi 30 años después de la caída del Muro de Berlín.

En Francia, el Gobierno de Macron hizo un guiño a los pensionistas, movilizados desde hace días por una subida fiscal, al anunciar que 100.000 jubilados quedarán exentos, al tiempo que se aumentará el subsidio de jubilación para las rentas más bajas.