El basta ya del pequeño comercio: «La gente debe decidir si quiere pueblos sin vida en las calles»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

Carmela Queijeiro

Ana Estévez fue una de las participantes en la campaña de defensa del pequeño comercio en varios concellos

14 nov 2018 . Actualizado a las 19:35 h.

Aunque está dispuesta a pelear hasta el final y a sumarse a cuantas campañas se realicen en favor de las tiendas tradicionales, Ana Estévez lanza, de entrada, un mensaje pesimista: «El pequeño comercio está abocado al cierre. Unos podrán aguantar más, pero las circunstancias actuales parecen avanzar por ese camino, lamentablemente».

Ana Estévez regenta en Ribeira un establecimiento de prendas deportivas de primeras marcas fundado en 1978. Deportes Estévez tiene dos tiendas en el municipio, y sus 40 años de actividad lo convierten en uno de esos negocios de referencia, donde se equiparon de niños quienes hoy son padres. En sus estanterías están las últimas novedades en zapatillas, mochilas, camisetas y chándales, pero, además, ambos locales acaban de ser objeto de una renovación. «Con el propósito de darles un aire más moderno y urbano para atraer a la clientela», dice Estévez.

La responsable participó en la campaña realizada por establecimientos de Barbanza, Padrón, A Estada o Vilagarcía, entre otras, porque considera necesario «remover conciencias. La gente debe decidir si quiere un pueblo sin vida o calles dinámicas». Explica que, por ejemplo, ahora que llega la Navidad, los escaparates se adornan, contribuyendo a crear un ambiente agradable que se conjuga con los arcos que iluminan las vías públicas.

Por este motivo, valora positivamente la unidad del sector en campañas agresivas como la realizada la pasada semana y considera que es preciso realizar otras: «Cualquiera de estas iniciativas debe apoyarse». También ensalza el elevado nivel de adhesión conseguido: «Es posible que con acciones de este tipo la gente reflexione sobre lo que sucede».

En su caso, reconoce que las ventas han bajado: «Los clientes recurren a la compra por Internet», aunque niega que siempre se consigan mejores precios. «No todo es más barato, aunque puede que más cómodo», asume.

Consciente de que los hábitos de consumo han cambiado, Ana Estévez destaca que está «trabajando para intentar proporcionar servicios a los clientes a través de Internet». Sin embargo, recalca la importancia de mantener las tiendas abiertas. «El pequeño comercio aporta vida y dinamiza la economía», no solo con la creación de empleo, sino también creando una dinámica: «Yo tengo una tienda, pero también soy consumidora. Si todos compramos en los establecimientos de nuestra comarca, estamos generando riqueza y contribuyendo al desarrollo de las zonas en las que residimos. Es una cadena».

En ese esfuerzo por captar clientes, Deportes Estévez procura ofrecer alicientes. Así, ha efectuado sorteos de estancias en un balneario, entradas para ver al Celta, móviles y un iPad. Además de obsequiar a los compradores, como mínimo, con media hora de estacionamiento gratuito en cualquiera de los dos párkings subterráneos de Ribeira. Asimismo, pertenece a la asociación de empresarios y participa en todas las campañas de dinamización que promueve.

Sin embargo, estos incentivos tienen escaso calado a la hora de levantar las ventas. Ella asegura que es preciso un cambio «para que se respeten las fechas de rebajas y no se implanten iniciativas foráneas». También recalca que «los consumidores se han acostumbrado a comprar en rebajas o a que ofrezcas descuentos de manera continuada». Explica que el pequeño comercio no puede afrontar eso: «Cada vez estamos más achuchados por los impuestos, y con pocas ayudas».

Además del cambio que ha supuesto la proliferación de plataformas de venta digital, esta emprendedora también incide en la presión de las grandes cadenas comerciales, que pueden efectuar campañas más agresivas para captar a los consumidores. Señala que revertir la actual situación es bastante complejo.