El enfado de los trabajadores pone en peligro la venta de Alcoa a Parter

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los trabajadores de la planta de A Coruña se encerraron en la Delegación del Gobierno para exigir al Ministerio de Industria que avale la operación
Los trabajadores de la planta de A Coruña se encerraron en la Delegación del Gobierno para exigir al Ministerio de Industria que avale la operación Ángel Manso

El comité de Avilés prefiere la oferta industrial de un fondo que no quiere la fábrica gallega; y el de A Coruña pide garantías del Gobierno para aceptar la operación

19 jun 2019 . Actualizado a las 18:54 h.

«No hay otra oferta, solo la de Parter Capital garantiza una solución integral para las dos plantas», proclamó el secretario general de Industria, Raúl Blanco, tras hacerse oficial el principio de acuerdo entre Alcoa y ese fondo de inversión suizo para la venta de las fábricas de A Coruña y Avilés.

La multinacional estadounidense anunció que el trato «entrará en vigor una vez que se hayan obtenido las correspondientes aprobaciones internas de ambas partes y haya sido ratificado por las diversas comisiones de los representantes de los trabajadores». Está previsto que este miércoles se reúna para ello la comisión de seguimiento del expediente de regulación de empleo (ERE), con representantes de cada comité, y el jueves, el comité europeo de Alcoa.

Pero la operación no las tiene todas consigo. Los sindicatos de la fábrica asturiana rechazan tal pretendiente para abrazarse a Quantum, que les da mayor seguridad porque posee fábricas de aluminio en Alemania e Italia que acaban de visitar algunos trabajadores. Sin embargo, a Quantum solo le interesa la planta avilesina, y por eso quedó fuera de la carrera.

El posible no de los asturianos a Parter puede dar al traste con la operación. Por si esto no fuera suficiente, hay otra complicación más, esta vez por la parte gallega. El comité de A Coruña, que acepta la oferta de Parter como única solución para salvar el empleo dos años más, se encerró ayer durante varias horas en la Delegación del Gobierno en Galicia, en A Coruña, para exigirle al Ministerio de Industria que avale la operación. ¿Cómo? Garantizando lo que prometió en enero y que todavía no ha ejecutado: un marco energético estable, predecible y competitivo para la industria electrointensiva. De él depende el proyecto industrial de Parter para recuperar la fabricación de aluminio, pero también beneficiará al resto del sector, como Ferroatlántica.

Raúl Blanco destacó que siguen trabajando «de manera detallada y decidida para que el precio eléctrico en España sea competitivo y similar al del resto de países europeos», pero las medidas para alcanzar esa meta brillan por su ausencia.

Las promesas de Blanco, efectuadas ya con varios trabajadores dentro de la Delegación, no acabaron de convencer al comité. En un principio avanzaron que no acudirían a Madrid para participar en la comisión de seguimiento del ERE y, por tanto, para ratificar el trato con Parter. Finalmente sí irán a la comisión, pero no tendrán que validar la operación, según les aseguró Alcoa. .

Los comités de ambas plantas están molestos también porque no fueron invitados a la reunión con Parter que este martes mantuvieron representantes de los Gobiernos de Galicia y Asturias -de la Xunta acudió el director xeral de Industria, Bernardo Tahoces-. Estaba previsto que Parter les entregase el plan industrial para las fábricas, aunque no trascendió nada del encuentro.

La Consellería de Industria también había pedido que los representantes de los trabajadores acudiesen al encuentro con las comunidades -mantuvieron uno con el nuevo inversor el viernes pasado-. En respuesta a este revuelo, el Ministerio de Industria ha convocado para el jueves la mesa técnica de seguimiento en la que están representadas todas las partes. Raúl Blanco avanzó que esta vez sí está previsto que acuda un portavoz del Ministerio para la Transición Ecológica, el competente en materia eléctrica.En esta reunión, los comités de empresa de ambas plantas sí tendrán que aceptar la venta.