Uno de cada seis empleos en Galicia, en riesgo por el virus

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

El Banco de España pide formar a los trabajadores de la hostelería y el comercio para que se recoloquen en otros sectores

21 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia amenaza con repetirse, y con un guion casi calcado. Si la crisis del 2008 empezó como un crac financiero global que se cebó con España por su exposición al negocio inmobiliario, la recesión que en este 2020 seguirá a la pandemia puede ser también más virulenta en nuestro país, en esta ocasión por el peso del turismo en nuestro PIB. Es la advertencia que lanzó ayer el Banco de España, que recordó que sectores como el turístico, junto con la hostelería, el ocio y el comercio, los más castigados por el confinamiento y las restricciones a la movilidad, sostienen 3,75 millones de empleos, uno de cada cinco ocupados del país (un 19,6 %).

Una proporción que varía sensiblemente en función del territorio, ya que en el caso de las islas el volumen de trabajadores en sectores de alto riesgo de destrucción de empleo se dispara al 38 % (Canarias) y al 33 % (Baleares). Cifras muy superiores a las de Navarra, donde esas actividades más expuestas solo concentran un 13 % de la masa laboral. Galicia se sitúa en un punto intermedio, con uno de cada seis empleos (166.000, un 17 %) en riesgo por su vinculación al turismo, la hostelería, el ocio o el comercio.

Puestos con una mayor proporción de empleo femenino o juvenil, alta temporalidad y menor formación y experiencia entre los trabajadores. Un cóctel explosivo que puede dificultar la recolocación en otras actividades con potencial de crecimiento durante esa «nueva normalidad» a la que deberemos acostumbrarnos hasta que haya vacuna o tratamiento para la enfermedad.

Según el informe del organismo supervisor, serán los trabajadores de la hostelería y el comercio los que más difícil lo tendrán para reciclarse, debido al uso limitado que se hace en esas actividades de las nuevas tecnologías que ahora dominan casi cualquier actividad económica, pero también de otras capacidades como la escritura, la lectura o las habilidades numéricas. Más opciones se les abren, sin embargo, a los trabajadores del transporte o de actividades de ocio o recreacionales podrían tener más opciones de encontrar una oportunidad para recolocarse en otro sector, por las mayores similitudes con su puesto actual.

Así, aquellos que pierdan su empleo en el transporte de pasajeros por la menor movilidad podrán reorientarse al transporte de mercancías, la logística o incluso las mudanzas, mientras que aquellos dedicados al ocio o tareas recreativas pueden buscar refugio en el sector de las telecomunicaciones, la información o incluso el mundo editorial.

Ante este escenario, es urgente, dice el Banco de España, reforzar las oficinas de empleo y trazar itinerarios personalizados de formación para dotar a los nuevos parados de las herramientas y capacidades necesarias para reinventarse y buscar un nuevo acomodo en el mercado laboral.