Bruselas admite no tener un plan B si Alemania paraliza el desembolso de las ayudas europeas

C. P. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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Los primeros pagos no empezarán, como pronto, hasta el segundo semestre del año

14 abr 2021 . Actualizado a las 15:46 h.

La Comisión Europea quiere acudir a los mercados el próximo mes de julio para financiar los 750.000 millones de euros del Next Generation EU, el fondo al que España ha fiado su recuperación y del que podrá recibir hasta 140.000 millones (72.000 a fondo perdido).

Bruselas planea conseguir 45.000 millones hasta septiembre del 2021 con los que empezar a prefinanciar los proyectos de recuperación de países como España. Pero las cosas se están torciendo. Los plazos podrían demorarse hasta después de verano porque todavía hay diez países que no han completado el proceso de ratificación que exige el protocolo. Alemania, Estonia, Polonia, Hungría, Austria, Finlandia, Rumanía, los Países Bajos, Irlanda y Lituania no lo han hecho. Los otros 17 sí han cumplido. «Podríamos empezar ya en julio a emitir bonos, pero depende de lo rápido que los Estados miembro concluyan el proceso de ratificación», recordó el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn

El gran talón de Aquiles del fondo es el calendario. Todo apunta a que los fondos no empezarán a desembolsarse hasta bien entrado el segundo semestre del año si Bruselas tiene que esperar a después del verano para acudir a los mercados. Los ojos están puestos en el Constitucional alemán, que ha paralizado el proceso de ratificación al recibir la denuncia de un grupo de ciudadanos quienes se oponen a que la Comisión emita deuda europea por inconstitucional. La Comisión no esconde su preocupación por los retrasos que puede sufrir un plan que se urdió hace nueve meses para ayudar a los países sin margen fiscal a impulsar la recuperación de sus economías. «No hay plan B», admitió Hahn. Bruselas fía todas sus cartas a que los jueces alemanes acaben reconociendo la legalidad del fondo: «Pasamos semanas comprobando su legalidad. Tuvimos contactos y reuniones con los países, incluida Alemania, y consultamos a expertos constitucionalistas. El Tratado de Lisboa es muy claro al respecto. Habla de afrontar fenómenos extraordinarios con respuestas limitadas en el tiempo, no permanentes», justificó el comisario austríaco. 

Financiación del fondo

La Comisión Europea tiene previsto salir a financiar un total de 800.000 millones de euros hasta el 2026 con unos tipos cercanos a cero. Eso se traducirá en volúmenes de endeudamiento europeo de unos 150.000 millones al año, algo más de lo que demandó España en el 2020. Todos los préstamos se reembolsarán como muy tarde en el año 2058, aunque los habrá de todo tipo: a corto, medio y largo plazo, para «mantener la flexibilidad en términos de acceso al mercado y gestionar las necesidades de liquidez y el perfil de vencimiento». 

La estrategia de financiación estará diversificada y combinará subastas y sindicaciones. Además se emitirán «bonos verdes» para quienes estén interesando en invertir en proyectos vinculados a la transición ecológica. 

Para articular la salida al mercado, se configurará una red de distribuidores principales en la que podrán participar los bancos que apoyen el programa de emisión. El formulario de solicitud y las condiciones de participación se publicarán en breve.

Cada seis meses, la Comisión actualizará sus planes de financiación, que hará públicos para que los inversores puedan anticipar operaciones. Coincide con el calendario de supervisión de la ejecución de los planes nacionales. Cada seis meses se verá si se han alcanzado «hitos» negociados con los Gobiernos nacionales, prerrequisitos para poder seguir avanzando en el desembolso del dinero. 

El BCE apremia a los países a evitar retrasos en el fondo de recuperación

Temen que la demora pueda diluir su efecto positivo a la hora de financiarse en los mercados

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, apremió a los países de la UE a evitar «cualquier retraso o aplazamiento innecesario» en el despliegue del fondo de recuperación Next Generation EU ante el temor a que se pueda diluir el efecto positivo que ha tenido en los mercados su anuncio a la hora de financiar la deuda, sumado, claro está, al ingente esfuerzo que ha hecho el propio BCE para comprar deuda soberana bajo el paraguas del programa PEPP, vinculado a la pandemia

El mensaje lo lanzó esta mañana en la comisión de Economía de la Eurocámara, en la que repasó la lista de ventajas que puede ofrecer el fondo frente a otras fuentes de financiación tradicionales. No solo sus préstamos, también sus subvenciones que, en el caso de España, alcanzarán los 72.000 millones de euros.  

«Los retrasos no son deseables. El tiempo apremia», alertó De Guindos, subrayando que «hay pasos concretos que se tienen que dar ya», como la presentación de los planes de recuperación nacionales para su posterior evaluación por parte de la Comisión Europea. El aviso llega un día después de que el Gobierno español haya presentado un resumen del plan de inversiones y reformas que enviará completo a Bruselas antes del 30 de abril, cuando hayan atado todos los cabos sueltos que quedan en torno a la reforma laboral, fiscal y la de las pensiones. «Hay que intentar evitar cualquier retraso o aplazamiento innecesario, que pueda tener un impacto en los mercados y mermar esa idea tan positiva que se logró cuando se aprobó el fondo», dijo De Guindos, según recoge Efe. Y es que, según reveló este miércoles la Comisión Europea, aún quedan 10 países por completar la ratificación de todo el protocolo, incluida Alemania. Su Tribunal Constitucional tiene que pronunciarse sobre la legalidad del fondo. 

De Guindos incidió en que los fondos «se tienen que gastar de forma adecuada». Eso es lo que deberá evaluar la Comisión cuando reciba el plan nacional español. Dispondrá de dos meses para pasar la lupa de sus expertos.