El paro se ceba con los veteranos: cuatro de cada diez desempleados son mayores de 45 años

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

En Galicia, el desempleo en este colectivo se ha incrementado un 5,5 % en los dos últimos años, frente a la tasa general, que ha caído casi un 8 %

24 abr 2023 . Actualizado a las 16:29 h.

Hace unos días, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hacía un llamamiento expreso a los empresarios para que no se olvidasen de los trabajadores veteranos y emplearan al colectivo mayor de 45 años, porque es el que más está sufriendo el drama del desempleo de larga duración, es decir, que llevan más de un año buscando activamente trabajo sin lograrlo. Que la situación es preocupante lo prueba el hecho de que el Gobierno, en la última partida aprobada para políticas activas de empleo (2.803 millones de euros, la mayor dotación económica de la historia), ha variado el foco de los destinatarios, y si en los ejercicios anteriores señalaba a las comunidades —las que gestionan las ayudas— que debían orientar los fondos a mejorar la empleabilidad de los jóvenes, en esta ocasión tendrán que dedicar «una parte importante» a combatir el paro de larga duración, que golpea principalmente a quienes rebasan los 45.

«Un trabajador con esa edad se encuentra en su mejor momento profesional. Las empresas no pueden prescindir de ese talento», insistía Díaz al hablar de lo que considera ya «un problema estructural» y el mayor del mercado de trabajo español. De hecho, según los cálculos del ministerio, en la actualidad el colectivo de desempleados de larga duración rebasa los 1,2 millones de personas.

En Galicia, entre las comunidades más envejecidas del país, la situación de los trabajadores veteranos que no encuentran encaje en el mercado laboral es especialmente difícil. Según el último informe del mercado de trabajo de los mayores de 45 años, correspondiente al pasado año y recién publicado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en Galicia casi el 60% del colectivo sénior está en paro y, como muestra el gráfico que acompaña la información, esto sitúa a la comunidad como segunda con mayor tasa de desempleo para los mayores de 45, tras Canarias. De los más de 131.400 parados que en el 2022 había en Galicia, 57.100 formaban parte del grupo de mayor edad.

Demografía y prejuicios

La evolución del empleo en este segmento no invita al optimismo. Según explica Irene Gil, coordinadora del Libro Blanco del Talento Sénior de la Fundación Adecco, «el número de desempleados en Galicia ha descendido un 7,9% en los dos últimos dos años, pero esa tendencia a la baja no se ha constatado para el grupo de mayores de 45 años, que se han incrementado un 5,5% en este período, pasando de los 54.100 del 2020 hasta los 57.100 del 2022».

¿Qué lo explica? La experta indica que no es un único factor y, en primer lugar, destaca que Galicia es la segunda comunidad autónoma más longeva de España, con un índice de envejecimiento que alcanza el 213% o, lo que es lo mismo, «se contabilizan 213 mayores de 65 años por cada 100 menores de 16». A nivel nacional, esa tasa desciende hasta el 133%, de modo que —apunta Gil— «la fuerza laboral sénior en Galicia cobra una importancia mayúscula, representando el grueso de los desempleados en la región, el 43,5%. En otras palabras, más de 4 de cada 10 desempleados en Galicia supera los 45 años».

Sin embargo la experta subraya el «contrasentido» que supone que los mayores de 45, a pesar de su indiscutible protagonismo como masa laboral, sigan encontrando enormes dificultades para consolidarse en el mercado laboral. «Por un lado, suelen buscar empleo tras largos períodos de inactividad o desempleo de larga duración, a veces también tras haber perdido su trabajo de muchos años en una misma empresa, con lo que tienen dudas a la hora de afrontar la búsqueda de empleo en el contexto actual, desconociendo los nuevos canales y procedimientos», señala. A ello se suman los «prejuicios sociales», que se trasladan a las empresas en forma de reticencias a la hora de incorporar profesionales veteranos, lo que explica el llamamiento de Yolanda Díaz a los empresarios.

Gil apunta que, «a pesar de ver reforzados valores como la experiencia, la madurez o la templanza, siguen imperando creencias anacrónicas, como unas exigencias salariales muy superiores, una menor flexibilidad o una mermada capacidad de aprendizaje».

Retraso en la edad de jubilación

En este escenario irrumpe otra paradoja: el progresivo retraso de la edad de jubilación frente a la discriminación por edad. «Necesitamos que los profesionales trabajen más, para sostener el sistema de pensiones, pero siguen produciéndose situaciones discriminatorias por edad en los procesos de selección», denuncia Gil.

También llama la atención sobre otro hecho: en los últimos años está aumentando el número de personas que perciben subsidio para mayores de 52 años, una ayuda que «si bien garantiza la subsistencia en tiempos de crisis, si se prolonga en el tiempo puede convertirse en un incentivo para el desempleo de muy larga duración, tras el que se producen jubilaciones anticipadas y forzosas. En otras palabras, el desempleo sénior se convierte en una transición precaria a la jubilación».

Como receta propone políticas activas de empleo que conecten a estos profesionales mayores con los nichos de empleo emergentes.

Casi un tercio de los parados en Galicia son de larga duración

El incremento de los parados de larga duración se ha detenido en España. Según los datos del último monitor Adecco de oportunidades y satisfacción en el empleo, en los dos últimos trimestres, este colectivo ha mostrado «pequeñas reducciones, aunque suficientes como para insinuar una reversión, siquiera tímida, de la tendencia al alza». Sin embargo, como proporción del total de personas sin empleo, considerando la media de los últimos cuatro trimestres, los parados de larga duración equivalen al 30% del total, lo que supone tres puntos porcentuales más que un año atrás.

En el caso de Galicia, la reducción del paro de larga duración ha sido más intensa, ya que este colectivo experimentó una caída interanual de 3.300 personas, superando la bajada del paro de corta duración, que ha sido de 400 personas. La comunidad cuenta ahora con 131.400 desempleados, de los cuales 36.400 lo son de larga duración.

De este modo, en Galicia la proporción de parados que llevan más de un año buscando empleo ha sufrido un incremento interanual de casi cuatro puntos (3,8% concretamente), lo que eleva esta variable hasta el 30,2%, es decir, que casi un tercio de los desempleados de la comunidad lo son de larga duración.

En lo que respecta a los parados que perciben prestación por desempleo, un 67,8% del total en el país la cobran, según el monitor de Adecco, lo que representa un 0,8% más que un año antes. Sin embargo sigue siendo un 0,8% inferior a la del último trimestre del 2019. Galicia, en cambio, está entre las comunidades donde la cobertura por desempleo se ha reducido en el último año: un 4,5%, hasta el 73%. «Pese al descenso, sigue siendo una proporción mayor que la media nacional», destaca Adecco.