«Hay alumnos que en segundo de bachillerato sufren la misma presión que un deportista de élite»

EDUCACIÓN

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Descubre las claves para sobrevivir al curso más temido. Plántale cara a la inseguridad y a las emociones negativas. Te damos la llave del éxito y algunas técnicas de estudio que te ayudarán

19 sep 2021 . Actualizado a las 16:36 h.

Sí, lo sé. Llevas dos o tres años temiendo este momento. Pero no te dejes influenciar por lo que dicen, porque solo tú puedes conseguir que segundo de bachillerato no se convierta en un monstruo imposible de combatir. Está claro que no va a ser un paseo, pero con disciplina, unas buenas técnicas de estudio, organización y una actitud positiva lograrás superarlo. Incluso podrás sorprenderte con los resultados. Así que vamos a ayudarte a que el curso más temido se convierta en un gran reto en el que salgas triunfante.

Lo primero que debes tener claro es el objetivo que te tienes que marcar. Tienes que saber qué carrera quieres estudiar y la nota aproximada que necesitas. «Márcate tu objetivo individual y no te dejes contagiar por la presión del resto o del propio centro educativo», explica la pedagoga Ana Couto, del método Estudia con Sentido, que prepara a los alumnos para este curso y para superar la ABAU, y que hace hincapié en las técnicas de estudio: «Tiene que ser eficaz a largo plazo. No se puede memorizar sin comprender. Yo recomiendo que vayan haciendo sus propios apuntes escritos de su puño y letra. Cuando los estudien van a recordar el esfuerzo que han hecho y luego el repaso en mayo será mucho más fácil, además de darle más seguridad y más tranquilidad a la hora de afrontar los exámenes». También indica que es muy importante saber organizarse desde el primer momento, es decir, desde septiembre. Y dedicar tres horas al día a estudiar: «Suelen tener mucha carga de trabajo y por eso se agobian. Pero esas tres horas es tiempo suficiente para hacer los trabajos e ir elaborando sus propios apuntes». Pero eso no significa que no debas descansar. Es más, para Couto es obligatorio que lo hagas un día a la semana: «Si no te tomas estos descansos, cuando tengas que apretar el ritmo, en mayo, estarás agotado».

Otro aspecto muy importante es tu estado anímico. Para ello, la psicóloga Eva Sández aconseja trabajar lo que denomina ansiedad anticipatoria: «Como segundo ya se anticipa que es un curso terrorífico, muchos alumnos se enfrentan temerosos ante esa situación». Y lo que tienes que hacer es todo lo contrario, empezar muy seguro de ti mismo: «Si he podido en primero y otros alumnos también han podido con segundo, yo también puedo. Una actitud de autosuperación les permite trabajar desde un primer momento sin frustración y a un nivel medio alto». Para Sández, se trata de un curso «muy emocional», en el que la frustración y la desmotivación son los grandes enemigos de los alumnos. De ahí que si no consigues los resultados deseados, debes ser capaz de reaccionar, adaptarte a la situación y actuar: «Está claro que mi ritmo de estudio no es suficiente, entonces si veo que yo no puedo, hay que pedir ayudar. Pedir un refuerzo en una academia o buscar otra, si no comprendo al profesor. Sin embargo, no todo el mundo necesita pasantía, se puede autorregular muy bien. Pues necesito más horas de estudio al día, preguntar más dudas en clase, tener la información más elaborada para comprenderla mejor, intentar conciliar mejor mis horas de estudio con las de descanso... y si todo eso no es suficiente, siempre es recomendable la ayuda psicológica para trabajar ese concepto de inteligencia emocional». En ese sentido, reconoce que algunos chicos, aunque no todos afortunadamente, pueden llegar a percibir una presión excesiva: «En algunos casos individuales sí están muy presionados. Hay alumnos que pueden llegar a tener la presión de un deportista de élite. Va a depender de la presión que el alumno perciba y que él mismo elabore».

Los padres 

¿Y cómo deben actuar los padres? Porque también pueden jugar en contra. «Debe haber un apoyo, sabiendo los resultados del alumno. Si es un hijo que no está motivado y no estudia nada, pues no le vamos a dejar que esté cinco años repitiendo segundo. Pero si veo que se está esforzando y que no ha logrado la media que quería, hay que apoyarle, decirle que puede dedicarle un año más para entrar en la carrera que quiere, que hay otras opciones... En cambio, si el padre ya le dice que ya sabía que no podía conseguirlo o le acusa de no hacer nada, el hijo se cierra más», argumenta Sández.

Por su parte, María Soto, experta en disciplina positiva y creadora del método Educa Bonito, también aboga por motivar a los jóvenes y apoyarlos emocionalmente: «Hay que decirles que confiamos en ellos, mucho más allá de los resultados. Decirles que sabemos que se van a esforzar y que confiamos en que van a intentarlo. Porque cuando a una persona le das confianza, automáticamente se motiva». Y en cuanto a las herramientas que deben manejar, Soto aclara que deben cuidar su mente y su cuerpo para que las emociones se coloquen: «Que mentalmente se convenzan de que los errores sirven para aprender. Suspender no es malo, es que no estaba preparado para aprender eso. Tienen que cambiar el mensaje mental, no decir que soy un fracasado si suspendo y que estudiar no sea un castigo, sino un estímulo para aprender. Y después necesitan más que nunca cuidarse a nivel físico, hacer mucho deporte y cuidar muchísimo el descanso». Así que ya sabes, ¿estás listo para superar segundo? La respuesta tiene que ser un sí rotundo.