Los grupos más numerosos son maestros de primaria, con 250 puestos, y de infantil, con 180. En secundaria se buscan sobre todo profesores de Matemáticas, 136
16 feb 2022 . Actualizado a las 20:31 h.La Consellería de Educación convoca 2.628 plazas para las oposiciones de este año, divididas en varios grupos. El más numeroso es el de las enseñanzas secundarias, con 1.171 plazas de 29 especialidades, de Matemáticas (136 puestos, el más numeroso) a Portugués (4). Le sigue en importancia numérica el capítulo de maestros, con 950 plazas (250 de primaria y 180 de infantil) y se completa con 300 puestos de promoción interna, 144 de profesores técnicos de FP, 45 de docentes de las escuelas de idiomas, 10 para inspección y 8 para artes plásticas y diseño.
La convocatoria en el DOG se hará antes de que acabe el mes, después de que el director xeral de Centros e Recursos Humanos, Jesús Álvarez Bértolo, le presentase el documento a los trabajadores, representados en la mesa sectorial por los cuatro sindicatos con más votos (CIG, Comisións Obreiras, ANPE y UXT).
Tal y como explicó Bértolo, el grueso de las oposiciones son de nuevo ingreso: el 87% está así pensado, frente al porcentaje restante que es para promoción interna. Se suman en el mismo proceso las plazas de dos años, la del 2021 y 2022. Cuando en marzo del 2020 la pandemia paralizó la vida en todo el país, se decidió suspender las oposiciones de ese año, previstas para finales de junio; como ya estaban convocadas, se amplió el plazo de inscripción y los aspirantes se examinaron en junio del 2021. Por eso este año se ha decidido sumar los dos procesos (el del 21 y el de este ejercicio) para evitar mantener los retrasos un año más. Del primero (2021) son 1.604 plazas y del segundo, 1.024. Como es normativo, el 7% de los puestos estarán cubiertos por personas con un grado de discapacidad del 33% o más.
Del total de plazas convocadas, destaca como es habitual el grupo de secundaria. Son 29 especialidades de muy diferente peso. Por ejemplo, se buscan 136 profesores de Matemáticas y 4 de Portugués. En medio, pasan de 100 las plazas de Inglés 125) y Lingua Galega e Literatura (115), y le siguen en cantidad Xeografía e Historia (90), Física e Química (78), Lingua Castelá e Literatura (75) y Bioloxía e Xeoloxía (72).
Del capítulo de maestros, que tiene un total de 950 plazas, destacan las 250 de primaria y 180 de infantil, seguidas de las 140 de Pedagoxía Terapéutica y 135 de la especialidad de Audición e Linguaxe.
Jesús Álvarez Bértolo explicaba que de esta manera la Xunta quiere «darlle estabilidad e seguridade aos opositores e ao sistema educativo». Y es que el Ministerio de Educación está ultimando un decreto para unas oposiciones de transición que la consellería ha querido evitar. Convocando antes las pruebas no hay que seguir la propuesta ministerial hasta el año que viene. Álvarez Bértolo destacó que el decreto que regula esa norma está todavía a exposición pública, por lo que faltan por lo menos semanas para que entre en vigor.
Para el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, se trata de respeto: «Galicia vai ser a primeira comunidade autónoma que vai pechar o proceso de convocatoria do ano 22 antes de que se aprobe o real decreto lei que está en este momento en tramitación, coa finalidade fundamental de dar certezas a miles de persoas que depositan parte das súas expectativas vitais e un sobresforzo constante e gran sacrificio en prepararse para ser profesores. O ano pasado, entorno a 26.000 opositores, que merecen respeto e seguridade xurídica do que fan». El caso de Galicia no es único, y todas las comunidades o ya han convocado o van a hacerlo en unos días; Murcia es, al parecer, el único territorio que todavía no ha decidido si esperará al decreto ministerial.
Sin embargo, la portavoz de la Ejecutiva del PSdeG, María Pierres, afeó a la Xunta que extienda también a la oferta pública de empleo de Educación «o seu planteamento de confrontación» con el Gobierno central generando «inseguridade» entre los opositores, según recoge la agencia Efe.
Convocar ahora las oposiciones o dejarlo para más adelante es importante. Al hacerlo sin normativa nueva, los exámenes y el proceso seguirán el modelo del 2007. No como se hizo en los últimos años (del 2018 al 2020) que eran unas oposiciones de transición para facilitar la integración de los interinos. El modelo que tendrán los alumnos el próximo junio prioriza a los estudiantes de la oposición a tiempo completo. Un ejemplo es el número de temas entre los que podrá elegir el opositor: si su especialidad tiene 25 temas, en la prueba se extraerán dos bolas (no 3, como en los últimos años); si tiene entre 26 y 50, son 3 las opciones entre las que podrá (desde el 2018 eran 4); y si son más de 51 temas solo tendrá 4 opciones (y no 5). Además, la parte de la oposición vale el 66% de la nota y no el 60%, como se hizo de forma transitoria.
Además de las plazas de oferta externa, hay un pequeño grupo para promoción interna:
Los sindicatos, que recibieron la información la consideraron insuficiente, aunque no todos en la misma medida. El secretario nacional de CIG-Ensino, Xesús Bermello, que ostenta la principal representación de los trabajadores, criticaba al salir de la reunión que no hubo negociación, mientras José Fuentes, responsable de acción sindical de la Federación de Ensino de CC.OO., cree que se necesitan más plazas y critican que Galicia no haya superado la tasa de reposición (es el número de profesores que fallecen o se jubilan durante un año) tal y como permite el Estado, que puede llegar a ser el 120%. Eso también preocupa al sindicato ANPE, cuyo presidente, Julio Díaz, lamentaba la no convocatoria de más puesto; y no solo eso, sino que apunta que no hubo negociación ni «un estudo detallado de que número de profesorado interino pode correr o risco de perder o seu posto de traballo coa oferta presentada». También echa en falta plazas para «a recuperación do profesorado perdido na nosa comunidade durante os anos de crise económica», cuando en Galicia había 31.820 docentes (1.300 más que ahora).
Finalmente, Sandra Montero, secretaria de ensino UGT Servizos Públicos, ha tachado la convocatoria de «apresurada» y cree que hubiese sido mejor esperar al nuevo decreto estatal.
Cuando se apruebe la nueva ley de FP saldrán 144 puestos para profesores técnicos
La Xunta presentará a lo largo del año un grupo de plazas de estas oposiciones que tendrán un examen propio. Son las previstas para loas docentes técnicos de FP, esos que no tienen un grado porque el trabajo que hacen no lo requieren, y que han quedado en el limbo con la Lomloe. La nueva ley de FP que está ultimando el Gobierno de España —y que cuenta con el apoyo de toda la comunidad educativa— cambiará el marco legal de estos profesores y les dará una seguridad que ahora no tienen. Por eso, desde la consellería se espera a que salga la ley para preparar la convocatoria de las oposiciones, que serán 144 plazas de 14 especialidades. Abarcan aspectos tan dispares como el mantenimiento electrónico, de vehículos, máquinas y servicios o peinado.
Opciones para mejorar del grupo A2 al A1
En las oposiciones se han determinado 300 plazas para promoción interna: 10 para el cuerpo de inspectores, 298 para acceder a las enseñanzas de secundaria y 2 para plazas de artes plásticas y diseño.
Esto permitirá sobre todo a trabajadores de primaria que tengan un grado poder presentarse a secundaria, con unos sueldos mayores y con diferentes condiciones laborales.
El concurso de estabilización, una polémica decisión
A finales de año, la Consellería de Educación convocará un concurso de estabilización, que supondrá abrir la puerta a los interinos para que se conviertan en funcionarios sin tener que pasar un examen. Es una medida extraordinaria decidida por el Gobierno de España para paliar las tasas de interinidad que Estrasburgo ya no tolera más (solo se puede hacer un año)
La cuestión es que los sindicatos temen que sea un verdadero problema. Desde la CIG se exige conocer los criterios de este concurso excepcional y ANPE «propón que a oferta deste tipo de prazas se negocie e estude praza a praza». Todos tienen miedo al terremoto laboral que supondrá, con personas expulsadas del sistema por docentes llegados de fuera de Galicia o de otros cuerpos diferentes.