Sucedió en las autonómicas de 1997: El día en que Felipe González reventó la campaña de Abel Caballero

G. Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2020

El ya expresidente recaló en los actos de la campaña gallega para apoyar al candidato, Abel Caballero, en un mitin en Ourense. El líder socialista pidió silencio y expresó de forma pública lo que para él era una buena noticia

09 ago 2020 . Actualizado a las 21:39 h.

La sintonía del PSOE sonaba en todo lo alto para el disfrute de 5.000 fieles. El lugar, el pabellón Expo-Ourense. Lo que sucedió en la noche del 6 de octubre de 1997 empañó la campaña de Abel Caballero en su primera y única candidatura a la presidencia de la Xunta.

Y es que, en los estertores de aquel mitin, Felipe González pidió que se bajase la música para anunciar que renunciaba a presentarse a unas próximas elecciones generales.

Aquel gesto que el ya expresidente consideró una noticia alegre -las elecciones de 1996 se habían adelantado y terminaron con un victorioso José María Aznar- convirtió los titulares sobre la formación en un tema que tenía más que ver con Madrid que con la campaña gallega. [Consulta aquí la página completa]

Página publicada por La Voz de Galicia el 7 de octubre del 1997
Página publicada por La Voz de Galicia el 7 de octubre del 1997

La Voz de Galicia abría su especial sobre las elecciones gallegas del 7 de octubre de 1997 con el siguiente titular: «La candidatura a las generales del PSOE irrumpe en el debate electoral de Galicia». Se trataba de la primera incursión en la campaña electoral gallega del expresidente y justo en ese momento anunciaba que no volvería a ser candidato socialista.

«Voy a darle una alegría al PP: no me presento a las próximas elecciones», lanzó González al auditorio. La Voz apuntaba entonces que, sin la responsabilidad de «buscar» un sillón, el expresidente dedicó el acto de apoyo a Abel Caballero a reflexionar sobre el pasado y futuro de otro candidato: Manuel Fraga. Así, González recordó su pasado de hombre ligado al régimen de Franco y vaticinó una sucesión violenta «porque está sentado sobre un nido de víboras». [Consulta aquí la página completa]

Incluso tuvo su momento para poner en cuestión la edad de Fraga. «Estoy alegre de ver tantas fotografías en Galicia de Fraga y que está exactamente igual que cuando yo lo conocí en el año 63 en la Universidad de Sevilla. Pero si está ¡igual!, ¡igual!, ¡igual!». Incluso vaticinó que el candidato popular se retiraría, en caso de ganar, en menos de un año «porque sabe que ya no puede». «Presentándose, ha querido hacer un servicio a José María Aznar», razonó González.

La marejada no tardó en llegar y durante los días sucesivos hubo cruce de declaraciones entre los barones del PSOE. El propio Joaquín Almunia, entonces secretario general de la formación, fue tajante al día siguiente desde Santiago dedicándole a Felipe González un «que se calle». Eso sí, tras la llamada al orden, el propio Almunia y el candidato, Abel Caballero, en su condición de miembro de la ejecutiva socialista, coincidieron en la misma idea. «El partido socialista decidirá en su momento quién es el candidato». Caballero valoró el momento como «oportuno»: «Creo que era el sitio preciso para decirlo porque en Galicia hay un señor con veinte años más y ahora ve como otro señor que gobernó en España se va y él tendrá que darse cuenta de que también se debe ir».

Al margen de alinearse con el partido, el anuncio de González llegaba en un momento poco adecuado. Los sondeos decían que PSOE y BNG estaban pugnando por la segunda plaza y que el asunto estaba en un puñado de votos. El 19 de octubre, día de las elecciones de 1997, llegó la debacle. Los 15 escaños de los socialistas iban a ser su mínimo histórico durante los siguientes 19 años. Los nacionalistas, con Beiras a la cabeza, ganaron la partida y lideraron la oposición. En su caso, un récord que no han vuelto a alcanzar.

Artículo publicado en La Voz de Galicia el 12 de octubre de 1997
Artículo publicado en La Voz de Galicia el 12 de octubre de 1997

 Carmen Romero, en campaña

Seis días después era Carmen Romero, la entonces esposa de Felipe González la que recalaba en Galicia. La Voz publicaba su encuentro en A Coruña con las simpatizantes de la formación socialista. Poco amiga de que se la reconociese como ex primera dama, se lanzaba a este encuentro cuando se trataba de que las mujeres, que no «floreros,» iniciasen lo que denominó como «el vuelo del águila».

Romero se refirió a su marido con un «yo le adoro», pero sin valorar la decisión del expresidente del Gobierno de no volver a presentarse a las generales. [Consulta aquí la página completa]

«¿Estamos dispuestas a decirle a Fraga que vamos a darle un caldito?. Podemos darle la victoria a Abel y entonces convenceremos a los hombres de que somos sustanciales en la política, como lo somos en la vida», aseguró durante su acto gallego.

Como anécdota de aquella particular cita electoral socialista, el día de la ex primera dama. Su hija María estaba de cumpleaños y se encargó de acercarse aquella mañana del 12 de octubre de 1997 a la coruñesa plaza de Lugo para, como publicó La Voz, «embarcar en vuelo vespertino el pescado atlántico».

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