El cierre de campaña del PP || El trato de Feijoo: 15 minutos para votar para cuatro años de «seguridade»

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO

ELECCIONES 2020

César Quian

El candidato del PPdeG pide a los votantes una participación masiva el próximo domingo «polo futuro de Galicia»

10 jul 2020 . Actualizado a las 23:42 h.

El PPdeG, partido de costumbres sobre todo cuando le funcionan, repitió hoy su tradicional cierre de campaña en Galicia, en el que somete al candidato a una gira exprés por las siete ciudades gallegas desde primera hora de la mañana hasta que se retira a su casa a medianoche. Sobre la agenda todo resultó parecido a cualquier otro viernes previo a la jornada de reflexión, pero esta vez prácticamente no hubo convocatorias para simpatizantes y el mensaje de fondo fue inesperado.

La llamada a la participación fue algo más que un recurso formal o una muletilla para salir del paso como cuando le preguntan el domingo por sus sensaciones a pie de urna. Esta vez los populares tienen argumentos poderosos para que las urnas se llenen y que los niveles de abstención se muevan al menos en los rangos de los últimos años. Si a las ocho de la tarde de mañana los gallegos han votado con normalidad, Alberto Núñez Feijoo estará «bastante tranquilo», según confesó en las últimas horas. Si la participación se desploma, simplemente no tendría referentes para garantizar una mayoría y el resultado podría ser imprevisto, aunque no necesariamente negativo para sus intereses, pero una incógnita al fin y al cabo.

Por eso el candidato a gobernar la Xunta por cuarta ocasión consecutiva ha puesto el mensaje de la participación masiva por delante de los mantras prefabricados, «xestión, certezas e confianza», que para los populares puntúan doble porque son, a su entender, las carencias de sus adversarios. La «seguridade» se ha impuesto incluso a la «estabilidade», que fue su gran bandera en el 2016, hasta el punto de ofrecer un sencillo pacto a los votantes: 15 minutos de tiempo para ir al colegio electoral a cambio de decidir el futuro de Galicia en los cuatro próximos años, para los que ofrece la «tranquilidade» de un Gobierno sin sobresaltos preparado para trabajar desde el lunes por la mañana.

Feijoo por la mañana en la plaza del Obradoiro de Santiago
Feijoo por la mañana en la plaza del Obradoiro de Santiago PACO RODRÍGUEZ

La campaña «do medo»

La idea fuerza de los últimos mítines de Feijoo empezó a virar en la segunda semana de campaña, a medida que crecían los positivos en A Mariña y los aspirantes de la oposición comenzaron a centrar sus ataques en la situación epidemiológica en el norte de Lugo, un intento final por desacreditar la gestión de la Xunta en la pandemia, con petición incluida de una nueva suspensión electoral.

El líder popular cuestionó que esa «estratexia do medo» tenga que ver con la democracia y la transparencia «e con este pobo adulto», al que quiso recordarle que los datos «acreditan a Galicia como un dos territorios da Unión Europea máis seguros desde o punto de vista da pandemia». Con esa afirmación arrancó Feijoo su tour de force en la praza do Obradoiro, ante la sede institución del pazo de Raxoi, donde también se comprometió a ser «o presidente de todos os galegos e alcalde de toda Galicia».

El candidato no complicó mucho más el mensaje final. Sus prioridades serán, por este orden, la salud y el empleo, las dos esquinas de una cuadratura que cierran el bienestar y el progreso. Conceptos que, a su juicio, solo se alcanzan cuando existe capacidad de gestión ordinaria y de situaciones excepcionales como la pandemia, con instituciones que funcionen, dinamismo parlamentario «e un equipo con experiencia que poida construír un Goberno nun momento de incerteza máxima».

Ultimo día de campaña elecciones 2020 Visita de Feijoo a Lugo
Ultimo día de campaña elecciones 2020 Visita de Feijoo a Lugo Óscar Cela

La sanidad, en el centro

Feijoo también se movió en cada ciudad en el terreno de los proyectos realizados y las promesas, aunque las infraestructuras y la gestión del Sergas siempre aparecieron en su boca. La ampliación del Montecelo en Pontevedra, el papel clave durante las peores jornadas del confinamiento del Álvaro Cunqueiro en Vigo, el futuro desdoblamiento del hospital coruñés o la remodelación integral del CHOU estuvieron muy presentes en todos sus discursos, sabedor de que desde el primer momento fue la oposición la que quiso jugar la baza sanitaria para desgastar a su Gobierno y de que la crisis del covid 19 le ofreció la oportunidad de someter a un test de estrés público al sistema gallego de salud.

Fue en Lugo donde abordó la delicada situación que se vive en A Mariña. Feijoo mandó un «mensaxe de agarimo e de optimismo» a toda la provincia y más concretamente a los vecinos de Burela, que sufren de cerca el primer brote tras el levantamiento de la alerta. Por eso pidió a todos los vecinos que acudan mañana a las urnas, «polo futuro da comarca e dos traballadores de Alcoa, para que ninguén decida por eles», antes de acabar con un juego de palabras que encerraba una advertencia: «Esas persoas que din que votar non é seguro, seguro que van votar».