El CNI, «atento» al desembarco en Perejil que promueve un senador marroquí

C. Calvar

ESPAÑA

El político magrebí convoca un abordaje al islote, cuya ocupación por Marruecos desató en 2002 una grave crisis diplomática.

29 nov 2007 . Actualizado a las 23:30 h.

El CNI permanece «atento» ante la convocatoria del senador marroquí Yahya Yahya, muy conocido por su rechazo a la españolidad de Ceuta y Melilla y de los peñones e islotes africanos, de desembarcar el próximo 10 de diciembre en Perejil para emular la toma del islote que protagonizaron varios militares marroquíes en julio de 2002. El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, aseguró este jueves que España responderá al envite en función de cómo evolucionen los acontecimientos.

«Nuestros servicios de información están atentos a lo que pueda haber, si es algo que tiene importancia o no la tiene», explicó en Madrid el responsable de Defensa al ser preguntado sobre la estrafalaria convocatoria del político magrebí, que ya protagonizó una manifestación e intentó forzar su detención en la frontera de Melilla durante la reciente visita de los Reyes a la ciudad autónoma. «Dependiendo de cómo evolucionen los acontecimientos, ajustaremos nuestro comportamiento», subrayó Alonso.

Yahya Yahya animó a participar en su asalto a la población de las ciudades «ocupadas» de Ceuta y Melilla. La convocatoria llega en un momento frío para la relación entre los dos países, después de que Marruecos retirara el 2 de noviembre a su embajador en Madrid, Omar Azziman, en protesta por la visita de don Juan Carlos y Sofía a las dos plazas africanas. Desde entonces, ha habido alguna muestra de distensión pero el diplomático magrebí sigue sin regresar a España.

El impulsor de la marcha preside la Comisión de Amistad Hispano-Marroquí y es un viejo conocido de las autoridades españolas. El 6 de diciembre encabezó las protestas en el paso fronterizo melillense de Beni Enzar e intentó llegar hasta la aduana española con una bandera marroquí tras azuzar a cientos de manifestantes. En vez de arrestarle, la Guardia Civil le entregó una requisitoria de un juzgado melillense, que le reclamaba por maltratar a su ex esposa, y le indicó el camino de vuelta a Marruecos. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, le describió como «un impresentable que se aprovecha de su doble nacionalidad» para hacer propaganda promarroquí en la ciudad autónoma.