Expertos del ámbito judicial, social y médico proponen reformar las leyes para poder aplicar medidas de vigilancia a los pederastas que ya han cumplido sus condenas y con riesgo de reincidencia.
Victoria Trabazo, del Centro de Psiquiatría y Psicología Clínica y Jurídica, puntualiza que los pederastas no sufren una enfermedad mental, sino «una perversión», y buscan relaciones con menores porque se sienten «poderosos» y «disfrutan con las situaciones de abuso y superioridad».
Lo más grave de estas personas es que no suelen tener sentimiento de culpa ni capacidad empática; no entienden el sufrimiento que ejercen y justifican sus actos, añade esta doctora. Cuando la pederastia va unida a otra psicopatía, que es lo que ocurre en la mayor parte de los casos, «son muy peligrosos» porque tienen su propia ley, no se rehabilitan, reinciden y, por tanto, la única solución es «utilizar fármacos que inhiban sus impulsos». Lo único que se puede hacer con un pederasta que ha cumplido condena es «modificar las leyes» para someterlo a «un estricto control» tutelado por un juez.
El psicólogo y ex Defensor del Menor Javier Urra aboga seriamente por una reforma normativa para asegurar que el pedófilo «no tenga la oportunidad de volver a reincidir».
Sobre el presunto asesino de Mari Luz, lamenta que «se ha dicho que es un enfermo mental» pero no ha cometido un delito por eso, sino «porque es un tipo perverso y malvado que ha sido capaz de falsificar informes médicos, capaz de buscar excusas, capaz de mentir sobre los abusos de su hija y capaz de esconderse».
En casos como este, aboga por una vigilancia penitenciaria, un localizador personal y la obligatoriedad de seguir una terapia psicológica o farmacológica controlada por un juez.
Sobre la cadena perpetua
Desde Jueces para la Democracia, Jaime Tapia asegura que «las penas tienen que tener una terminación», que no se puede establecer un control indefinido «porque estaríamos imponiendo la cadena perpetua»; plantea romper con los «mitos» de la reincidencia y de que las condenas más largas son la solución.
Esta opinión choca con la expresada en Telemadrid por el portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, quien afirmó que «la cadena perpetua es perfectamente constitucional si hay un juicio de revisión. Es decir, si cada cierto tiempo se puede revisar la situación del recluso y concretar la pena a una duración fija».
También el Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, cree que hay que modificar la ley, endurecer las penas y obligar a que se cumplan íntegramente. Canalda no duda: «Los pederastas deben ser apartados de la sociedad» porque «no se rehabilitan» y «reinciden una y otra vez», y por eso es imprescindible que, tras cumplir la pena, «tengan un seguimiento psiquiátrico, policial y judicial constante».
Además, el director del Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia, José Sanmartín, afirmó que la policía «debería estar siempre ojo avizor» sobre los acusados de pederastia, que según subrayó presentan una tasa altísima de reincidencia.
Por último, la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental emitió un comunicado para aclarar que la esquizofrenia paranoide que se atribuye a Del Valle no tiene relación con la pederastia.