Aguirre dice que López Viejo, su consejero imputado en la Gürtel, era del PP nacional

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

ATLAS

La expresidenta se desvincula de Ignacio González, al que designó como su sucesor

21 abr 2017 . Actualizado a las 09:01 h.

Esperanza Aguirre compareció ayer como testigo en el juicio de la primera época del caso Gürtel en las horas más bajas en sus 35 años de carrera política, tras la detención el día anterior de su mano derecha y sucesor, Ignacio González, que se suma a la de su otro hombre de máxima confianza Francisco Granados, actualmente en prisión. La expresidenta de la Comunidad de Madrid se desvinculó totalmente de la red corrupta que actuó durante su mandato y apuntó a la dirección nacional.

Aguirre declaró que nunca supo nada de la Gürtel, que «no sabía quién era Correa, jamás he hablado con él, ni le conocía» y que, gracias a ella, se destapó el caso. Negó que Alberto López Viejo, que fue su viceconsejero de Presidencia, encargado de contratar sus actos de propaganda, fuera un hombre de su confianza y dijo que le ocultó que siempre contrataba con empresas de la trama. Sostuvo que nunca dio instrucciones de que se contratara con ninguna empresa y admitió que quizá los actos tuvieron un precio excesivo. «Que se cobró en exceso, no digo yo que no», afirmó. Aguirre apuntó hacia arriba para eludir cualquier responsabilidad. Cuando la fiscala la preguntó por qué nombró a López Viejo si no era de su confianza respondió que «fue una imposición del PP nacional». «López Viejo se encargaba de actos en el PP nacional mucho antes del 2003», dejó caer. También vinculó a uno de los acusados en otro sumario de Gürtel, el que fuera diputado regional, Alfonso Bosch, con el PP nacional.

La portavoz del Ayuntamiento madrileño también sacó a colación el nombre de Mariano Rajoy. Relató que, a finales del 2004, asistió a una reunión en la sede del PP nacional junto al que era presidente del partido y el entonces tesorero, Álvaro Lapuerta, quien expuso que los alcaldes de Majadahonda, Guillermo Ortega, y de Arganda, Ginés López, pretendían vender grandes parcelas de suelo público con un precio fijo y no mediante subasta, lo que causaría un perjuicio a las arcas municipales. En Arganda no se podía hacer nada, porque la operación ya estaba en marcha, pero en Majadahonda, 12 de los 15 concejales del PP estaban en contra de vender las parcelas a precio fijo. De acuerdo con su relato, se reunió con Ortega para decirle que su propuesta no iba a salir adelante, por lo que el alcalde dimitió.

Señaló que los dos ediles de Ortega favorables a la operación montaron un partido, financiado por Correa, que se dedicó a pleitear contra la venta del suelo mediante subasta. «Cuando dejó de pagar Correa, comenzaron a grabarle y con eso fueron a la fiscalía, y de ahí que yo dijera que destapé la trama Gürtel sin saber que lo hacía», explicó.

«Un palo muy relevante»

Tras declarar, Aguirre aseguró que si se demuestran las acusaciones contra González sería «muy lamentable» y «un mazazo enorme» para ella. «Si es culpable de los delitos de los que presuntamente se le acusa, porque no hay que olvidar que la pieza sigue siendo secreta, para mí que he puesto mi confianza en él durante tantísimos años es un palo verdaderamente muy muy muy relevante», afirmó, compungida, asomando las lágrimas en sus ojos. «Y si no lo es, estoy conmocionada por el calvario que está pasando y que le queda por pasar porque la Justicia es muy lenta», añadió.

Pero aprovechó para desmarcarse de quien fue su mano derecha. Señaló que el «fondo del asunto es una empresa que el Canal compró en Brasil en el 2013» y quiso «dejar claro» que cuando ella fue presidenta, hasta el 2012, «nunca» quiso que «el Canal y el Metro estuvieran en ningún contrato o adjudicación en el extranjero». «A lo largo de toda mi vida he buscado la mejor utilización del dinero del contribuyente, y jamás nadie me ha podido acusar de haber hecho alguna cuestión incorrecta y, por tanto para mí, lo de González, sería muy lamentable», añadió.