El descuartizador de Majadahonda sabía lo que hacía, según la Fiscalía

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Fernando Alvarado | Efe

El acusado, de origen gallego, se enfrenta a 26 años de prisión por dos homicidios

12 sep 2017 . Actualizado a las 11:33 h.

La Fiscalía descarta la petición de la eximente completa por enajenación para el descuartizador de Majadahonda, que supuestamente asesinó a su tía y a otra mujer y se deshizo de sus cadáveres utilizando una picadora industrial. Considera que en su conducta se aprecian «actos lúdicos y complejos», tanto a la hora de cometer los dos supuestos homicidios por los que se le juzga como a posteriori, intentando «eludir su participación en ellos». Así lo manifestó la representante del ministerio público durante su exposición en el juicio que se inició ayer en la Audiencia Provincial de Madrid.

La Fiscalía mantiene que el hombre creó una sociedad con la única intención de desviar fondos de la cuenta corriente de su tía, una de sus supuestas víctimas, falsificó documentos para lograr beneficios económicos e incluso hizo un viaje de 600 kilómetros a Barcelona con el objetivo de posicionar en esa ciudad un teléfono móvil de su otra supuesta víctima, y despistar así a los investigadores del caso.

El acusado, de origen gallego, Bruno Hernández, se enfrenta a 26 años de internamiento en un centro especializado para pacientes con enfermedades mentales por el homicidio de su tía Liria, a la que supuestamente arrebató la vida en el 2010 para quedarse con su vivienda, y el de la argentina Adriana Giogiosa en el 2015, inquilina de una de las habitaciones que alquilaba el supuesto descuartizador en Majadahonda.

Los investigadores del caso consideran que Bruno acabó con sus vidas y que después se deshizo de los cadáveres tras serrarlos en piezas más pequeñas para poder introducirlas en una picadora industrial, preparada para triturar carne y huesos. Los únicos rastros que existen de las víctimas son restos de ADN localizados tanto en esta máquina como en las herramientas que supuestamente empleó para desmenuzar los cuerpos. 

Esquizofrenia

Los doctores que han tratado al descuartizador de Majadahonda han elaborado un informe en el que dictaminan que Bruno padece esquizofrenia, por lo que la Fiscalía solicita una eximente incompleta.

Por su parte, el abogado de la defensa, Marcos García Montes, pidió para su cliente la eximente completa, es decir, la liberación de toda responsabilidad, al considerar que «es un hombre que no está en este mundo» y que la enfermedad mental que padece es «más grave y severa que la de Noelia de Mingo», la doctora madrileña que en el año 2003 mató a tres personas en un centro hospitalario y que, a pesar de que fue condenada a 25 años de internamiento, desde principios de este verano se encuentra en libertad recibiendo un tratamiento ambulatorio bajo la custodia de su madre.

Durante la primera jornada del juicio que se celebra en la sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid, en la que además de la exposición de los informes previos se completó la composición de los integrantes del jurado popular, el letrado de Bruno Hernández mostró su intención de solicitar que los registros de la vivienda de Majadahonda llevados a cabo por la Guarda Civil sean declarados nulos por irregularidades. Además, la defensa también argumentó que «una gota de sangre en una picadora no significa que haya restos humanos», y cuestionó la ausencia de un lugar y una fecha concreta sobre los supuestos homicidios en los informes de la Fiscalía: «¿Y si se cayó en un río?».

Como acusación particular en el caso solo está presente la familia de la mujer argentina, que ha solicitado que no se aplique ningún tipo de eximente, por lo que pide 24 años de cárcel. La otra víctima, la tía del descuartizador de Majadahonda, no mantenía ningún tipo de relación con sus familiares.

A lo largo de la hora y media que duró la vista de ayer, Bruno Hernández ofreció una imagen de tranquilidad y serenidad, y tan solo varió su postura a petición de su abogado, para demostrar que se encontraba en la sala sin esposas.

Hoy llegará su turno. Y a lo largo de la jornada también declararán la pareja del acusado y su madre, residente en Lugo, con raíces en Samos. El juez también ha requerido la presencia en la sala de algunos familiares de la tía desaparecida.