Los soberanistas ya airean públicamente los reproches mutuos

Sara Carreira Piñeiro
SARA CARREIRA LA VOZ EN BARCELONA

ESPAÑA

Carles Campuzano
Carles Campuzano SMARISCAL | efe

Los comunes se suman al rechazo de ERC a la candidatura unitaria que sigue intentando armar Puigdemont

11 nov 2017 . Actualizado a las 09:46 h.

Junts pel Sí era un matrimonio de conveniencia que hacía aguas, pero la inmediata convocatoria de elecciones tras la aplicación del 155 ha oficializado la ruptura, y ahora va camino de convertirse en un divorcio difícil. Ayer surgieron los primeros reproches públicos y directos de los exconvergentes contra Esquerra, después de las filtraciones de las críticas de Junqueras a sus socios de gobierno. Si el líder de ERC prohibió a su formación que pactase una lista conjunta con el PDECat antes de entrar en prisión porque, según ha trascendido, hay que tener «tolerancia cero con la corrupción» y además el partido acoge a «traidores» y «delatores» como Santi Vila, ahora son los demócratas los que contraatacan al decir el exdiputado Carles Campuzano que no es «muy decente» que quienes han compartido gobierno se instalen en la recriminación. «La gente nos pide a todos, y también al señor Junqueras -dijo Campuzano en una entrevista en Radio Euskadi-, que rememos en la misma dirección y que no gastemos nuestras energías en reproches inútiles que pueden provocar una enorme melancolía».

El esfuerzo al que se refiere Campuzano es que ERC renuncie al momento que lleva esperando 80 años, convertirse en el partido más votado de Cataluña (que es el puesto que le auguran las encuestas) y se alíe de nuevo con el PDECat en una gran coalición que, por si fuera poco, tendría que presidir Puigdemont.

Este, desde Bruselas, intenta mantener como sea la iniciativa política, pero cada día lo tiene más difícil. La decisión de Carme Forcadell y del resto de la Mesa del Parlamento catalán de acatar la Constitución es una fractura con él -que animaba a asistir a la manifestación de hoy porque «no habrá rejas ni exilios que puedan disuadir» a los catalanes, pero Forcadell no acudirá-, y a eso hay que sumar la decisión de dos de los ocho exconsejeros presos de cambiar de abogado para, presumiblemente, llegar a un acuerdo judicial.

Eso sitúa al «Gobierno en el exilio» de Puigdemont en un lugar incómodo y sobre todo solitario, por mucho que reciba visitas. El jueves tuvo dos: el segundo de Ada Colau, que rechazó participar en la lista unitaria que propone el expresidente; y los exdiputados de la CUP Anna Gabriel y Benet Salellas. El encuentro disparó todas las especulaciones, aunque Gabriel y Salellas se limitaron a reconocer que habían viajado a ver al «Gobierno legítimo de la república» -además de con Puigdemont estuvieron con los cuatro exconsejeros que huyeron a Bélgica- y que será mañana cuando decidan en asamblea, primero si se presentan a las elecciones y después, en qué formato.

Problemas para la ANC

El expresidente intenta liderar como sea una candidatura unitaria y se ha ofrecido a encabezar la de llistaunitaria.cat, aunque ningún otro partido la apoya. De hecho, esta lista abre un nuevo frente entre los secesionistas, concretamente en la ANC. Esta formación, cuyo presidente (Jordi Sánchez) está en prisión preventiva desde el 16 de octubre, vive momentos complicados. El más grave es el riesgo de desaparecer del entorno del poder si ERC se presenta en solitario a las elecciones y arrasa. Entonces, la ANC, que lleva desde el mismo momento en que se convocaron los comicios pidiendo una lista unitaria, quedaría convertida en una agrupación de apoyo, no central. Pero tampoco quieren asociarse en exclusiva al PDECat, perdedor si no va de la mano de Esquerra. Ante esta disyuntiva, ayer anunciaron una consulta a sus socios para saber si quieren encabezar una lista unitaria.

Críticas a Colau por enviar un emisario a hablar con un prófugo

La visita del teniente de alcalde de Barcelona Jaume Asens a Puigdemont en Bruselas ha despertado las críticas hacia la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau. El líder del PP en la Ciudad Condal, Alberto Fernández, criticó a Colau por enviar a un emisario a negociar con un prófugo de la Justicia española, y aprovechó para criticar el «silencio cómplice con los piquetes que paralizaron Barcelona» durante la huelga del miércoles.