La exigencia de Puigdemont de ser el presidente agudiza la pugna con ERC

Carlos Punzón
Carlos Punzón REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Dirk Waem | dpa

El expresidente exige el voto a sus exsocios, que se erigen como única opción soberanista

09 dic 2017 . Actualizado a las 08:50 h.

Cuatro días de campaña electoral han sido suficientes para que el sector secesionista catalán deje al descubierto las pugnas internas que sus integrantes tratan de ocultar detrás de las esteladas y sus puestas en escena. El protagonismo y la atención mediática que el expresidente Carles Puigdemont está concitando desde su base de Bruselas es visto cada vez con más recelo desde ERC, organización cuyos dirigentes tejieron el procés con el objetivo paralelo de convertirse en primera fuerza política en Cataluña y llevar a Oriol Junqueras hasta la presidencia.

Esquerra no solo no oculta su temor a que Inés Arrimadas haga que Ciudadanos sea el partido más votado el 21D, sino que también empieza a cundir el pánico entre los republicanos ante la posibilidad de que los antiguos convergentes les arrebaten en número de votos ese ansiado liderazgo, o que al menos Puigdemont se acabe convirtiendo en la opción preferida del conjunto del secesionismo para volver a dirigir la Generalitat.

La atención que está recibiendo el expresidente, la imposibilidad de Junqueras de captar la atención ciudadana desde la cárcel de Estremera y la falta de orientación interna afloran mientras las expectativas se quedan para Esquerra en el primer tercio de campaña a expensas de la número dos del partido, Marta Rovira, revelada finalmente más como dirigente orgánica que de reseñable perfil electoral.

La manifestación unitaria del jueves en la capital belga fue escenario de ese protagonismo del ahora cabeza de cartel de Junts per Catalunya y de su apropiación de todo el malestar y frustración del secesionismo, mientras los rostros visibles de ERC no pudieron más que aplaudir a su ahora rival.

Pulso ante los medios

El número dos de la lista de Esquerra por Gerona, Roger Torrent, dirigente que marca el ritmo dialéctico de su partido desde que Oriol Junqueras ingresó en prisión, no dudó ayer en contestar al protagonismo de Puigdemont pidiendo al electorado secesionista que no se distraiga con las irrupciones mediáticas desde Bruselas del que fuera líder de la anterior coalición de gobierno en la Generalitat. «ERC es la única fuerza» en el espacio del soberanismo «con capacidad real para ganar las elecciones», dijo Torrent, portavoz adjunto de Junts pel Sí en la pasada legislatura autonómica. «Todo nos hace pensar que solo ERC es capaz de parar los pies a Ciudadanos y a los que quieren arrasar la escuela catalana, los medios públicos y los Mossos», abundó Torrent. Sin citar a sus rivales en el espacio soberanista, el político republicano también identificó a su formación como la «garantía contra la corrupción», lastre que sigue arrastrando y recordó ayer el gerundense respecto a Convergència y sus sucesivas marcas electorales.

Encuestas como la del último barómetro del CIS revelan la predilección del electorado por Puigdemont frente a Junqueras, y varios sondeos ya aluden al empate técnico a escaños entre Junts per Catalunya y ERC.

Consciente de que a ese pulso aún le queda tiempo para seguir acumulando fuerzas y ganarlo, Puigdemont advirtió ayer desde Bruselas a sus exsocios que si se vuelve a dar la misma mayoría por separado que sumaron en el 2015 convergentes y republicanos en coalición con Junts pel Sí, él tendría que ser el presidente, independientemente del reparto de votos y escaños entre ambas candidaturas.

«El Parlamento que me eligió no me ha cesado. Esto no ha cambiado. Si la mayoría política no cambia, esto no tiene por qué cambiar. Solo hay un plan», recalcó Puigdemont para dejar claro a sus exsocios de ERC que tratar de hacer valer su posible mayoría en votos no le daría legitimidad para obtener la presidencia. «Respetar los resultados es restablecer el Gobierno que fue ilícitamente destituido», espetó con claro destinatario en rueda de prensa a través de videoconferencia.

La ANC quiere hacer un «recuento paralelo» para el 21D

Toni Albir | EFE

La organización independentista argumenta que el escrutinio el oficial no les da «garantías», pero no ha conseguido el respaldo de ERC o de Junts per Catalunya

EFE

La ANC y los denominados Comités de Defensa de la República (CDR) -claves en la logística del ilegalizado 1-O-, con el apoyo de la CUP y la colaboración de JxCat y ERC, intentarán hacer  un recuento «paralelo» de las catalanas del 21D porque creen que el oficial no ofrecerá suficientes «garantías». Así lo explicaron este viernes en una rueda de prensa en la sede de la ANC representantes de esta entidad secesionista, de los CDR y de la CUP, que han titulado la campaña que impulsan «Tu votes, tu comptes» (Tú votas, tú cuentas), y para la que consideran que necesitan que 5.400 personas hagan de apoderados para cualquiera de las tres candidaturas independentistas.

Todos los apoderados de la CUP intentarán hacer el recuento en el marco de esta iniciativa, mientras que ERC y Junts per Catalunya lo harán de forma autónoma aunque en coordinación con la CUP. El miembro del secretariado nacional de la ANC David Pairó explicó que unas 250 personas de esta organización independentista validarán los resultados que sean transmitidos por los apoderados a través de una aplicación informática y que otras 35 personas harán funciones de «coordinación regional».

Señaló que «la idea es tener un apoderado por cada mesa electoral» y ha señalado que la ANC y los CDR cuentan ya con unos 300 «voluntarios» -que deben inscribirse como apoderados en uno de los tres partidos independentistas-, mientras que la CUP tiene unos 5.000 apoderados, por lo que ya casi se habría alcanzado el número de personas necesarias para llevar a cabo la iniciativa.

Pairó dijo que el escrutinio lo harán «de forma pública y en tiempo real» y que se podrá seguir por una página web que aún no se ha habilitado. Además, avanzó que la ANC montará la noche electoral un escenario en la plaza Universidad de Barcelona desde la que se seguirá dicho recuento y los sondeos a pie de urna.

Manifestó que a los organizadores de esta iniciativa les habría gustado que tanto Junts per Catalunya como ERC tuvieran «una implicación del cien por cien» con la campaña, pero ha asegurado que las «complejas» dinámicas de los partidos en las elecciones lo han impedido, por lo que ha manifestado que no existe «ningún problema» y valora el «consenso» al que finalmente se ha llegado.

La número cuatro de la candidatura de la CUP por Barcelona, Maria Ballester, señaló que, según su formación, «hay bastante menos garantías para el 21D de las que hubo para el 1 de octubre» y, en este sentido, afirmó que «quien tiene que poner las garantías en democracia es el pueblo en las urnas y no más policías en los colegios», después del refuerzo de seguridad que se ha anunciado. Preguntada por la «falta de garantías» de estos comicios, Ballester indicó, entre otras cosas, que no va a haber observadores internacionales y que «se prohíben colores y lazos», en referencia a la prohibición de la Junta Electoral Provincial de iluminar de amarillo las fachadas de edificios municipales y también las fuentes públicas durante la campaña electoral.