El tirador que quería matar a Pedro Sánchez: un vigilante de seguridad, exatleta, hijo de alcalde franquista

M.Viñas

ESPAÑA

Atlas

Manuel Murillo Sánchez tiene 63 años y es tirador aficionado. Fue detenido hace tres semanas en Terrassa: planeaba vengarse del presidente del Gobierno por haber ordenado exhumar los restos de Franco. En su casa encontraron un auténtico arsenal, rifles y fusiles incluidos

08 nov 2018 . Actualizado a las 21:04 h.

Manuel Murillo Sánchez tenía en el punto de mira a Pedro Sánchez, ese «rojo de mierda», y en su casa de Terrassa, Barcelona, los medios necesarios para acabar con él: su domicilio era una auténtica armería; almacenaba en él hasta 16 armas cortas y seis largas, incluidos rifles de precisión, un fusil de asalto y un subfusil ametrallador checoslovaco. Le faltaba, sin embargo, el apoyo logístico.

Hijo del último alcalde franquista de Rubí, exatleta y actualmente vigilante de seguridad, el tirador, de 63 años, dejó clara su voluntad y su compromiso de atentar contra el presidente del Gobierno en reiteradas ocasiones a través de las redes sociales. Insistía especialmente en un grupo de Whatsapp en su predisposición para «sacrificarse» por España, tanto que una de las participantes en la conversación colectiva, dirigente local de VOX, acabó denunciándolo a los Mossos d'Esquadra.

Murillo, nacido en 1956, fue detenido hace tres semanas en su propia casa: se le incautaron las armas, algunas de ellas modificadas e ilegales; también munición de guerra. Según el portavoz de la policía autonómica catalana Albert Oliva tenía la «clara voluntad» de atentar contra Sánchez, pero no un plan concreto, al menos todavía. Insistía a través de la aplicación de mensajería instantánea en que precisaba colaboración para conocer, entre otros aspectos, la agenda del presidente del Gobierno y posibles vías de escape. No le importaban las consecuencias, le daba lo mismo acabar en prisión. 

Tras recibir la denuncia, los Mossos abrieron inmediatamente una investigación y pusieron el caso en conocimiento del equipo de seguridad de la Moncloa y de la Guardia Civil. En menos de cuatro días, la policía catalana había detenido al sospechoso. Los agentes lo interceptaron saliendo de su coche a las puertas de su casa; en el vehículo llevaba dos armas de fuego

Manuel Murillo no tenía antecedentes, ni penales ni trastorno psicológico alguno; sí permiso de armas, C por su trabajo y también recreativo. El presidente del Club de Tiro Terrassa, Manuel Moreno, de donde era socio, lo definió sin embargo, en una entrevista en TV3, como un «tirador mediocre, de cuarta categoría». «Es imposible que sea un francotirador», apuntó. Según VOX, nunca ha estado afiliado a este partido ni ha tenido relación alguna con la formación; sí frecuentaba grupos de extrema derecha, según los Mossos. 

Fue un destacado atleta de Rubí, el más importante del municipio catalán. Participó en seis campeonatos del mundo de atletismo, se colgó cuatro veces la medalla de oro en la competición nacional de los 100 kilómetros en ruta. Antes de ser vigilante de seguridad se dedicaba a la mecánica

La exhumación de Franco

Ingresó en prisión por orden del titular del juzgado de instrucción número 4 de Terrassa, que abrió una causa por los delitos de conspiración para atentar contra la autoridad con uso de arma, incitación al odio, amenazas graves y tenencia de armas, municiones y explosivos. ¿Qué le hizo Sánchez para querer acabar con su vida? Dar la orden para exhumar al dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. El padre de Murillo fue el último alcalde franquista de Rubí, en el cargo de 1962 a 1977.