Podemos rechaza aplaudir al rey y Pablo Iglesias exige modernizar la Carta Magna

La Voz REDACCIÓN

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El secretario general de la formación morada ha evitado el protocolario saludo a los reyes

06 dic 2018 . Actualizado a las 17:03 h.

Los diputados y senadores de Unidos Podemos han rechazado este jueves aplaudir a los Reyes Felipe y Letizia, y a los eméritos, Juan Carlos y Sofía, en el hemiciclo del Congreso durante la celebración del acto central por el cuadragésimo aniversario de la Constitución de 1978, y tampoco lo han hecho después de escuchar el himno de España en la Cámara. Y cuando la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha hecho mención expresa al Rey Juan Carlos, todos los parlamentarios presentes han aplaudido menos los de Unidos Podemos, que se han mantenido sentados en sus escaños con las manos cruzadas, según informa Europa Press.

Además, el presidente del grupo parlamentario de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, ha evitado el saludo protocolario a los miembros de la Familia Real a su llegada al hemiciclo y se ha ausentado del tradicional besamanos para no saludar a los Reyes. De esta manera, los miembros de Podemos, Izquierda Unidos y las confluencias -menos los de En Comú Podem, que ni siquiera han asistido- muestran su postura crítica con la monarquía y su aspiración de cambiar el modelo de Estado para que España sea una república.

Los diputados han llevado en la solapa el símbolo de una mujer de color morado, con el que reivindican una reforma de la Carta Magna que haga posible un Estado republicano, así como la necesidad de «feminizar la política».

Antes de entrar en el Congreso, su secretario general, Pablo Iglesias, defendió la necesidad de reformar la Carta Magna y de cambiar la forma de Estado de la Monarquía por la República, como solución a los desafíos que afronta España. «Nuestro país afronta muchos desafíos como la lucha contra la desigualdad, el paro, la precariedad, la corrupción, el medioambiental, el territorial o la crisis europea. Para afrontar esos desafíos hay que apostar por la justicia social, la fraternidad y la libertad, y eso en 2018 significa decir República», ha defendido.

Discurso «decepcionante» del Rey

Iglesias ha criticado el «decepcionante» discurso del Rey Felipe VI porque no ha tenido en cuenta «el protagonismo de la gente» en la llegada de la democracia a España ni ha hecho referencia «a la corrupción ni a los privilegios» de los que goza, a su juicio, la monarquía. Y ha rechazado la ovación «sobreactuada» que le han dedicado todos los diputados, menos los de Unidos Podemos, al Rey emérito a su entrada en el Hemiciclo.

A juicio de Iglesias, los diputados que han aplaudido a Juan Carlos I «con muchísima intensidad» han demostrado «su alejamiento de lo que piensa la mayor parte de la ciudadanía, que es moderna que es avanzada y que no tolera la corrupción» y que «se avergüenza» de la foto que se hizo el Rey emérito con el príncipe heredero de Arabia Saudí, «presunto responsable de un asesinato execrable».

Asimismo, el líder morado ha criticado que el Rey Felipe VI no haya hecho «un reconocimiento de los luchadores antifranquistas» y que no entienda que los españoles «tienen derecho a discutir si en España a la jefatura del Estado se llega por fecundación o se llega mediante elecciones democráticas». «El propio jefe del Estado, si es demócrata, tiene que reconocer esta posibilidad con tranquilidad», ha apostillado.

Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado que reformar la Constitución es «reforzarla». «Hoy, reformarla es reforzarla», apuntaba el presidente del Gobierno en su perfil de Twitter, donde también ha hecho hincapié en la necesidad de apostar por un cambio de época «recuperando el espíritu de concordia».

El presidente ha recordado que tal día como hoy en 1978 el pueblo español votaba sí a la Constitución española y ha afirmado que «celebra ese sí a un proyecto colectivo de libertad, progreso y democracia».

Albert Rivera

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha apostado por dejar el «guerracivilismo» entre la izquierda, la derecha y el centro, promover la unión en torno a los «valores constitucionales» y aprender de los políticos que elaboraron la Carta Magna en 1978, que «se dieron la mano a pesar de ser muy distintos». Así, ha apuntado que él desde el centro no ve «enemigos» ni en la izquierda ni en la derecha, sino sólo «compatriotas».

«No es momento de guerracivilismos, de rojos y azules, de confrontación; es momento de suma, de volver a unir a los españoles» en «un proyecto común español», ha declarado en el Congreso durante el acto de celebración del cuadragésimo aniversario de la Constitución.

Tras destacar que la Constitución ha dado a España «40 años de bienestar, paz y libertad» y que se aprobó porque los políticos de entonces fueron capaces de «superar la división», Rivera ha instado a todos los políticos a «mirar al futuro» y no «pelearse por el pasado», y ha defendido que los españoles no son «buenos o malos» en función de dónde se ubican en el espectro ideológico.

En cuanto a la reforma de la Constitución, el presidente de Cs ha señalado que en estos momentos «no hay un consenso como el del 78» y que para que lo hubiera, el PSOE tendría que posicionarse como un partido «constitucionalista» junto al PP y a la formación naranja.

Pablo Casado

El presidente del Partido Popular ha defendido en el acto celebrado en el Congreso con motivo del Día de la Constitución, que la Carta Magna «sigue siendo el mejor muro de contención contra los enemigos de la libertad, contra el nacionalismo excluyente y contra el populismo que va contra las libertades públicas». Asegura que su formación no va a participar en «ninguna reforma que ahora plantea algún partido político más por agenda propia y coyuntural que por necesidades y urgencias de la nación española».

Casado ha recordado «a una generación excepcional que supo unirse, mirar hacia el futuro sin olvidar el pasado para no repetirlo», así como a las víctimas del terrorismo y a los españoles que «todavía no pueden expresar con respeto sus ideas políticas» y «están sufriendo el azote de un nacionalismo excluyente».