Las cuentas, en manos de Puigdemont

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

PILAR CANICOBA

El Estatuto catalán no obliga a Sánchez, pero el Gobierno premia a Cataluña porque depende del voto independentista

12 ene 2019 . Actualizado a las 09:27 h.

Los Presupuestos diseñados por el Gobierno, y la decisión misma de presentarlos sin tener asegurada una mayoría, suponen el último intento de Pedro Sánchez de evitar un adelanto electoral asegurándose el apoyo de los partidos independentistas mediante un fuerte incremento de la inversión en Cataluña. Si, a pesar de esas concesiones, acaba fracasando en su intento y queda en minoría, ya solo restaría decidir si las generales se celebrarán en mayo o en otoño del 2019. 

¿Depende la aprobación de estos Presupuestos de lo que diga Puigdemont?

Sí. Totalmente. Las medidas económicas ya pactadas con Podemos van en la línea contraria a lo que proponen PP y Ciudadanos, por lo que ningún otro pacto es posible. Por ello, de entrada Sánchez necesita imperiosamente el apoyo de ERC y del PNV para llegar junto a Unidos Podemos a los 170 escaños y superar los 169 en contra de PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias. Pero incluso así, para sacarlos adelante necesitaría al menos la abstención del PDECat. Lo cual equivale a decir que el Gobierno deja exclusivamente en manos de Carles Puigdemont, huido en Bélgica, acusado de rebelión, y que controla el grupo del PDECat, la aprobación de las cuentas del Estado. 

¿Hay privilegios para Cataluña en las cuentas?

Sí. El Gobierno ya ha adelantado que «se va a cumplir con la disposición del Estatut», que establece que la inversión en infraestructuras en Cataluña se equipare a su participación en el PIB. En este caso, un 18 %. Solo en este apartado, supondrá más de 800 millones para Cataluña. «Hay que cumplir con las disposiciones de las leyes orgánicas», dijo ayer la ministra Montero. Pero lo cierto es que esa disposición tercera del Estatuto no obliga a nada al Gobierno, porque el Tribunal Constitucional ya sentenció que «no vincula al Estado en la definición de su política de inversiones, ni menoscaba la plena libertad de las Cortes Generales para decidir sobre la existencia y cuantía de dichas inversiones». Por tanto, si el Gobierno privilegia a Cataluña es porque quiere o porque necesita sacar adelante los Presupuestos, no porque esté obligado a ello.

 ¿Es Cataluña la única que tiene una disposición similar en su Estatuto?

No. Tras lo aprobado en Cataluña, Andalucía, sacó adelante, con apoyo del PP, un Estatuto que exige que la inversión del Estado sea equivalente al peso de su población. Y lo mismo hizo luego la Comunidad Valenciana. Tampoco esas disposiciones obligan al Estado por la misma sentencia y porque si cada comunidad impusiera cláusulas similares, el Gobierno quedaría sin competencias para repartir las inversiones.

 ¿Son realmente prioritarias las fuertes inversiones en Cataluña?

No. Sus infraestructuras, en especial en materia de cercanías, tienen problemas, pero no más que las de otros territorios, como se acaba de demostrar en los graves incidentes en Extremadura, que padece una situación infinitamente peor. Aunque Cataluña cuenta ya con AVE a Madrid, el independentismo asegura que la inversión en alta velocidad a Galicia no solo no es prioritaria, sino ni siquiera necesaria.

 ¿Afectan a otros territorios los privilegios para Cataluña?

Sí. Es imposible elevar la inversión en Cataluña al 18 % del total sin quitar inversiones en otras comunidades. En los Presupuestos del 2018 Rajoy ya elevó la inversión en Cataluña, pero el porcentaje sobre el total se quedó en el 13 %, muy lejos de lo que exige el Estatuto catalán. 

¿Tumbará el secesionismo las cuentas a la primera?

Será difícil que lo haga. Bastaría que el PDECat presentara una enmienda a la totalidad o que apoyara las presentadas por otras fuerzas para que los Presupuestos estuvieran muertos a mediados de febrero. Pero eso dejaría al independentismo sin ninguna capacidad de presión sobre Sánchez. Por ello, es altamente probable que permitan su tramitación, para seguir elevando la presión y, además de garantizarse privilegios económicos, poder exigir luego cesiones políticas y la excarcelación de los presos del desafío independentista para apoyar los Presupuestos definitivamente. El secesionismo ya ha dejado claro que prefiere un Gobierno de Sánchez en minoría que otro de la derecha o con una mayoría estable del PSOE y Ciudadanos.