«Tengo fe ciega en que la brigada va a llegar hasta donde está Julen»

Carmen Liedo

ESPAÑA

Rescate de Julen, en Málaga, con la colaboración de la Brigada de Salvamento de Hunosa
Rescate de Julen, en Málaga, con la colaboración de la Brigada de Salvamento de Hunosa .

Tres antiguos integrantes de Salvamento Minero aseguran que los compañeros que se encuentran en Totalán «están preparados psicológicamente» y físicamente para afrontar el rescate del niño de dos años

23 ene 2019 . Actualizado a las 13:47 h.

Desde hace once días España entera y parte del extranjero vive pendiente del rescate de Julen y desde hace una semana los ojos están puestos en los ocho integrantes de la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias trasladados a Totalán (Málaga) para sacar al niño de dos años del estrecho y profundo pozo en el que cayó accidentalmente. El terreno en que se encuentra ese pozo no ha puesto fácil la búsqueda de una solución y los continuos contratiempos han demorado una y otra vez que los mineros puedan iniciar su tarea de picar manualmente los últimos metros hasta llegar a donde se cree que está el pequeño. Esa es la tensión que pueden estar teniendo los brigadistas, el cuándo van a poder entrar por ese túnel vertical. Así lo sienten quienes un día también fueron integrantes de Salvamento Minero y tuvieron que realizar rescates, aunque salvan las distancias precisando que este «es un accidente atípico». Aún así, uno de los tres ex brigadistas con los que ha hablado La Voz de Asturias ha asegurado tener «fe ciega en que la brigada va a llegar hasta donde está Julen» porque sabe por experiencia propia que tienen la máxima preparación. Pero no sólo preparación física. «Están preparados psicológicamente» para afrontar el rescate.

El exjefe de la Brigada Central de Salvamento de Asturias, Ángel Sierra, se muestra convencido de que «no están pensando en qué se encontrarán cuando bajen a picar, están pensando en comenzar», y añade que la demora es lo que los puede estar estresando un poco. «Pero cuando te concentras en el trabajo, tiras porque tienes gana de llegar allí», a donde está el o los atrapados. Sierra recalca lo dicho estos días, que «la Brigada de Salvamento Minero está compuesta por gente muy especializada, que han sido escogidos porque son los mejores». Por eso y porque se han entrenado para trabajar con el equipo de respiración autónoma a la espalda en sitios muy confinados se muestra seguro de que «ellos van a llegar, de una manera o de otra». Explica que lo que tendrán que hacer los mineros cuando puedan descender por el tubo con el que se ha encamisado la perforación será «lo que en la mina llamamos contraataque», es decir, una labor que se realiza en minería, aunque precisa que «lo hacemos con voladuras», algo que en Totalán se va a tratar de evitar. No obstante, este exjefe de la Brigada señala que los mineros «están preparados para hacer esas microvoladuras» en caso de que hubiera que hacerlas, y precisa que «hay muchas clases de dinamita», una de ellas que se denomina de seguridad, que es «flojísima» y permite poco más que resquebrajar la roca para después poder picarla.

Santiago Suárez, quien estuvo al frente de la Brigada de Salvamento Minero entre 2005 y 2009, sabe que todo el que forma parte de este cuerpo tiene las condiciones físicas y psicológicas para afrontar un rescate. «Rescatar a un niño es similar a rescatar a un compañero, y la Brigada está preparada para eso», manifiesta Suárez, que detalla que para entrar en este grupo de elegidos es necesario cumplir muchos requisitos: tienen que ser trabajadores que lleven más de diez años en una empresa minera, haber estado en puestos especializados, hacer pruebas físicas, pasar prueba de esfuerzo en silicosis y superar un test psicológico. A todo eso se les añade, si las superan, formación y preparación, a lo que suman el continúo contacto con la mina, de forma que «un mes están en la estación de salvamento y el otro en la mina, en contacto con las explotaciones mineras, con los métodos y las maquinarias, porque ante cualquier accidente tienen que saber lo que hay».

Respecto a la parte psicológica, Santiago Suárez señala que es muy importante que estén en grupo, «tener la cabeza clara y concentrarse en lo que tienen entre manos», porque, añade, «en cualquier rescate procuras pensar con la cabeza y no con el corazón», aunque no pierde de vista que en el rescate de Julen «se torcieron mucho las cosas y hay muchas particularidades». Pero insiste, «están bien preparados», en referencia a los ocho mineros que esperan poder acceder al pozo perforado para acabar a mano la liberación del pequeño de dos años. Esta misión le profesa «mucha admiración porque lo están dando todo», dice el ex jefe de la Brigada, que quiere destacar que el objetivo siempre tiene que ser «rescatar con seguridad». «La seguridad de los rescatadores tiene que estar por encima de todo».

Otro minero que perteneció a la Brigada hace 13 años y prefiere mantenerse en el anonimato también muestra su «fe ciega» en los compañeros que están desde hace una semana en Totalán y se muestra seguro de «van a llegar hasta donde esta Julen», porque como Ángel y Santiago sabe que los ocho mineros que están allí «tuvieron que pasar unas pruebas muy exigentes, de esfuerzo y psicológicas» para poder acceder al cuerpo. Así, tiene claro que un rescate como éste «sólo lo pueden acabar ellos, que tienen la preparación y los medios» y estima que la demora que se está produciendo en la entrada de los brigadistas puede ocasionarles cierta tensión, «pero cuando empiecen a trabajar, esa tensión se quita. No es algo nuevo para ellos», concluye mostrando su «plena confianza en ellos».