Las defensas del juicio por el 1-O admiten la desobediencia, pero niegan la rebelión

M. Balín / M. Sáiz Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Orial Junqueras, al fondo, observa la intervención de su abogado, Andreu Van den Eynde
Orial Junqueras, al fondo, observa la intervención de su abogado, Andreu Van den Eynde Tribunal Supremo

Argumentan que no hubo violencia, solo «algún escupitajo y lanzamiento de vallas»

12 jun 2019 . Actualizado a las 11:22 h.

El abogado de Oriol Junqueras y de Raül Romeva desplegó este martes un alegato de conclusiones netamente político para cargar las tintas contra la Guardia Civil, policía judicial de la causa, y advertir al tribunal del Supremo de las consecuencias que traerá una sentencia condenatoria por rebelión. Con un discurso teñido del ideario de Esquerra Republicana, Andreu Van den Eynde no tuvo remilgos en comenzar su intervención recordando a sus «compañeros de viaje», Junqueras y Romeva, «ahora en lo judicial, no hace mucho en la política y toda una vida en lo épico y lo moral», introdujo.

Bajo esta premisa activista, el letrado cargó con dureza contra los instructores del procedimiento, a los que acusó de abrir una «causa general» contra el independentismo con el respaldo de la Fiscalía. «Ha habido estridencias, exageraciones, alguna mentira, y ha faltado a veces a la melodía de los hechos», remachó el abogado, mientras que Junqueras, sentado detrás, asentía sin parar tras salir del cascarón en el que ha estado metido casi todo el juicio. 

Sin pena de cárcel

Tanto Van den Eynde como Xavier Melero, defensor de Joaquim Forn, insistieron en que durante el proceso no se ha podido demostrar que en el otoño del 2017 en Cataluña se produjesen hechos constitutivos de delito de rebelión. «Fue una desobediencia de manual, el problema es que se confunde la desatención a la ley con la rebelión porque la desobediencia no le llega a las acusaciones», sentenció Van den Eynde, en alusión a que la desobediencia no implica penas de cárcel. «No ha habido rebelión, es una desobediencia de toda la vida», zanjó.

En esta línea continuó Xavier Melero -que mostró un tono más conciliador con los fiscales-, quien aseguró que «trivializar el concepto de violencia es una falta de respeto a los muertos en los conflictos militares en este país».

El defensor de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, el letrado Jordi Pina, se mostró también muy duro con las acusaciones en su alegato. También negó que existiese violencia en Cataluña, sino solo protesta pacíficas. En su opinión, lo único que hubo durante esos meses en Cataluña fueron «escupitajos y el lanzamiento de alguna valla». «¿Es esa la violencia necesaria para doblegar al Estado? ¡Válgame Dios!», concluyó Pina.

La Fiscalía propone que Junqueras no pueda recoger su acta de eurodiputado

Oriol Junqueras fue elegido diputado nacional en las elecciones del 28 de abril. El Tribunal Supremo, donde se le juzga por rebelión y malversación, le dio permiso tanto para recoger el acta como para participar en el pleno de constitución de la Cámara Baja. Tres días después, la Mesa del Congreso, lo suspendió de funciones. Junqueras no renunció al acta. El 26 de mayo, el líder de ERC consiguió un escaño en el Parlamento Europeo. La última palabra la tiene el Alto Tribunal, pero la Fiscalía del Supremo ha rechazado este martes que Junqueras, en prisión preventiva desde hace quince meses, pueda salir del centro penitenciario para adquirir la condición de eurodiputado el lunes ante la Junta Electoral. Según los fiscales, Junqueras «pretende sortear la suspensión de funciones ya acordada» por la Mesa, convirtiendo así la inmunidad parlamentaria en un «privilegio».

En contraposición, la Sala ha resuelto conceder el permiso extraordinario de salida los próximos viernes y sábado a Joaquim Forn para tomar posesión del acta de concejal en Barcelona.