Cae una banda que robaba todoterrenos de lujo con un novedoso método de falsificación

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

MARCOS CREO

La documentación y las placas de matrícula eran alteradas en países del extranjero para que el vehículo robado pareciese legal

18 jun 2019 . Actualizado a las 12:17 h.

La Policía Nacional ha desarticulado, con la detención de nueve personas en diferentes provincias españolas, una organización criminal dedicada al robo de todoterrenos de lujo mediante un novedoso sistema de falsificación y que tenía veinte vehículos en su poder que valían un millón de euros.  En esta operación han sido arrestadas nueve personas en Guipúzcoa (1), Calatayud (4), Alcobendas (1) y Madrid (3), acusadas de robar coches de lujo en la Comunidad de Madrid, cambiarles la matrícula y otros elementos identificativos y venderlos en el extranjero.

La banda estaba compuesta por ciudadanos búlgaros especializados tanto en la sustracción de vehículos como en una novedosa falsificación. La documentación y las placas de matrícula eran alteradas en países del extranjero, fundamentalmente en Suecia, y posteriormente enviadas a España para falsificar elementos como las matrículas y el número de bastidor. Con este novedoso método el coche robado obtenía una apariencia de legalidad que permitía entregarlos a conductores de la organización que los trasladaban fuera de España. Además, para evitar ser descubiertos durante el proceso, se desplazaban a zonas despobladas, en las que la vigilancia resultaba muy difícil.

Casi dos años de investigaciones

La investigación comenzó a finales del 2017, cuando los agentes recuperaron en la zona de Valdebebas de Madrid un vehículo con la matricula doblada que había sido sustraído en la localidad de Las Rozas.

Tras varias gestiones descubrieron que un ciudadano armenio había obtenido 24 placas de matrícula de manera fraudulenta, y todas ellas correspondían a vehículos de una misma marca y fueron entregadas a otros integrantes de la organización, que en ese momento no estaban identificados. Luego constataron que todas las placas se utilizaban para matricular vehículos -en Francia, Bulgaria y Finlandia- que habían sido sustraídos en España. Y finalmente, gracias a los canales de cooperación policial, los agentes lograron intervenirlos.

Con el avance de la investigación los agentes observaron que se trataba de una organización perfectamente estructurada en la que cada uno de sus miembros, altamente especializados, desempeñaba una función determinada.

Por un lado, estaban las personas dedicadas a la sustracción de los coches, cuyos precios oscilaban entre los 30.000 y los 60.000 euros, y por otro los encargados de falsificar los elementos identificativos y la documentación para ponerlos en circulación.

También había personas encargadas de la comercialización de los vehículos en terceros países, que utilizaban conductores especializados de nacionalidad búlgara y armenia para trasladar los automóviles al este europeo, utilizando siempre placas de matrícula falsificadas de Suecia.

Los investigadores detuvieron a uno de los conductores de la organización en Guipúzcoa, cuando intentaba abandonar España con un vehículo sustraído, y poco después recuperaron un vehículo de alta gama que había sido sustraído en Madrid e identificaron a sus ladrones. A partir de entonces constataron que la organización sustraía los vehículos en la Comunidad de Madrid, principalmente en el distrito madrileño de Hortaleza y en la zona de Pozuelo.

Además, consiguieron recuperar varios de los coches que habían sido sustraídos y que la organización tenía enfriando en diversas calles de la capital con las placas de matrícula falsificadas.

En la última fase de la investigación, los agentes detuvieron a los nueve integrantes de la organización e intervinieron útiles como dispositivos electrónicos de última generación para el robo de coches, documentación y placas de matrícula falsas, un fracturador y extractor de bombines, y stickers y números de bastidor.