Las tensiones en el Gobierno y el escenario político alientan la tesis del adelanto electoral

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en una reunión del Consejo de Ministros
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en una reunión del Consejo de Ministros BORJA / EFE

Sánchez e Iglesias preparan su estrategia ante una hipotética ruptura de la coalición

06 mar 2021 . Actualizado a las 10:52 h.

«Nada de nada». Así contestó este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, al ser preguntada por la posibilidad de que las fuertes tensiones entre los dos socios del Ejecutivo, PSOE y Unidas Podemos, impidan concluir la legislatura y desemboquen en un adelanto de las elecciones para el próximo año, cuando su fecha natural en caso de agotarse el mandato se situaría finales del 2023. Pero, aunque los desencuentros se han mantenido desde el principio, en los últimos días ha habido pronunciamientos, no solo desde el Gobierno, sino también por parte de sus socios, que apuntan a que PSOE y Podemos manejan al menos la hipótesis de un adelanto, en la que influiría también el calendario político.

Tensión en Podemos

«Hasta aquí hemos llegado». «A lo mejor llega un momento en el que tenemos que hacer una reflexión y decir: hasta aquí hemos llegado». Así se expresó el líder de Podemos, Pablo Iglesias, hace una semana. En el partido morado cunde la sensación de que, una vez aprobados los Presupuestos, Pedro Sánchez se siente más libre para gobernar ignorando a sus socios. Hasta ahora, el presidente había cedido en casi todas las disputas abiertas entre los socios. Pero la negativa a asumir el compromiso sobre el control de los precios del alquiler; el rechazo a una subida del salario mínimo o el hecho de que la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo haya bloqueado la ley trans impulsada por la ministra de Igualdad Irene Montero hacen temer a Podemos que el PSOE se prepara para un posible adelanto marcado distancias.

  

El PNV no lo ve claro

No descartan un adelanto. El PNV, un partido con especial olfato para detectar el derrotero político y situarse de cara al futuro, no descarta ya que la tensión entre el PSOE y Unidas Podemos fuerce un adelanto electoral. Su líder, Andoni Ortuzar, contempla la coalición, con la que su partido negocia a fondo estos últimos días, como una «olla a presión». «No hay que descartarlo», afirma el PNV sobre un posible adelanto. Los nacionalistas vascos, socios principales del Gobierno, recelan de la cercanía de Unidas Podemos con EH Bildu, que aspira sustituirle como aliado del Ejecutivo, y han recompuesto su relación con el PP después de que los populares les cedieran uno de sus vocales en el CGPJ en la por ahora fallida negociación para su renovación.

  

La coyuntura en Cataluña

ERC dependerá de la CUP. La situación en Cataluña no juega tampoco a favor de la estabilidad del Gobierno. La formación de un Ejecutivo autonómico exclusivamente independentista presidido por ERC en el que la CUP sea determinante, sin descartar siquiera que los antisistema entren en la Generalitat, radicalizará sin duda el discurso de los republicanos catalanes y las exigencias a cambio de su apoyo a Pedro Sánchez en Madrid. Gobernar con una mayoría parlamentaria que dependa permanentemente del capricho de ERC, que ya le forzó a adelantar los comicios en el 2019, es un riesgo para el líder del PSOE, que podría utilizar esas presiones, y el apoyo de Unidas Podemos a las tesis de ERC, para justificar un adelanto.

  

Momento económico

Evitar ir a las urnas en plena crisis. La tesis de un adelanto de las elecciones al año 2022 se ve favorecida por el escenario económico. La inyección de dinero procedente de los fondos europeos y la presencia de la pandemia permitirá mantener hasta el 2022 un escenario de ayudas sociales y de mantenimiento artificial del empleo a través de los ERTE. Pero a medio plazo, y superada la emergencia sanitaria, la crisis económica se recrudecerá y, según todos los expertos, serán necesarios recortes de gasto y medidas impopulares. El objetivo de un adelanto sería celebrar las elecciones antes de tener que asumir esas medias, que además difícilmente serían apoyadas por Unidas Podemos, dispuesta también a romper en cuanto se haga imposible ampliar el llamado «escudo social» que los de Pablo Iglesias han impulsado.

  

Escenario político

Unas elecciones con la oposición debilitada. Pese a las tensiones con sus socios de Gobierno y con sus aliados parlamentarios, Sánchez está gobernando con cierta comodidad gracias a la incapacidad de la oposición para articular una alternativa. La división en la derecha juega a favor del Gobierno. Pero la posibilidad de que tras su convención nacional, anunciada para el otoño de este año, el PP consiguiera su objetivo de fusionarse con Ciudadanos o simplemente absorber a sus votantes, inclinarían a Sánchez a adelantar las elecciones antes de que Pablo Casado tuviera tiempo para de recomponer su liderazgo y se presentara como una alternativa real.