La mujer incluso habría convencido a su tía para que le cediese la titularidad de una vivienda de Los Palacios y Villafranca, que vendió después por 306.657 euros, un dinero que la encartada habría usado para «comprar una casa» que ella usa como actual residencia; aprovechando además el dinero recabado de la «venta de unos solares» que poseía también su tía, para comprar para sí otra casa más en Chiclana de la Frontera (Cádiz).
«Aislada socialmente»
La encartada, según la Fiscalía, habría ingresado a su tía en un centro de personas mayores, donde la habría «aislado socialmente» para que no recibiese visitas de otros familiares o allegados, al objeto de «mantener su influjo sobre ella y evitar que se negase a acatar sus deseos», siempre según la Fiscalía. «La tenía amedrentada y cohibida», considera el Ministerio Público, que detalla que la afectada, finalmente, revocó «el poder notarial que le había concedido» a su sobrina, ante el «desfalco padecido».