Marimar Blanco:«Si no me dejan hablar en el homenaje a mi hermano, no voy»

Olatz Barriuso BILBAO / COLPISA

ESPAÑA

Marimar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo
Marimar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo Ballesteros | EFE

El Ayuntamiento de Ermua no prevé su intervención en el acto de este domingo; solo las del rey, Sánchez, Urkullu y el alcalde

06 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El gran homenaje a Miguel Ángel Blanco en el 25 aniversario de su secuestro y asesinato a manos de ETA se va enturbiando a medida que se acerca la fecha, este domingo, que congregará en Ermua a las máximas instituciones del Estado, incluidos el rey, el presidente del Gobierno, la cúpula del Poder Judicial y la plana mayor del Gobierno vasco. Sin embargo, el acto solemne que conmemorará el hito que marcó el inicio de la rebelión cívica contra el terrorismo no contará con la presencia de la familia directa del edil del PP, su hermana Marimar (sus padres fallecieron en la primavera del 2020), a menos que el Ayuntamiento enmiende la escaleta prevista, que no contempla la intervención de la también diputada del PP en la Asamblea de Madrid.

«Si no me dejan hablar, no voy», zanjó Marimar Blanco en conversación con este periódico. La exparlamentaria vasca, que participará de víspera, el sábado, en la clausura de la Escuela Miguel Ángel Blanco junto a Alberto Núñez Feijoo, remitió ayer mismo una carta al alcalde de Ermua, el socialista Juan Carlos Abascal -«con copia al lendakari y al presidente del Gobierno a efectos de que puedan apoyar expresamente esta sencilla solicitud»-, para pedirle que «reconsidere» su decisión, que tacha de «incomprensible» y «humillante». «Es la primera vez que me pasa en 25 años», se dolió Blanco, «perpleja» por haber sido «vetada» en el acto de recuerdo a su hermano.

«Es una cuestión de pura caridad política», se quejan en privado los populares vascos, ante lo «inconcebible» de que en un homenaje a un edil del PP solo tomen la palabra «nacionalistas y socialistas». En el guion que maneja el Ayuntamiento está previsto que suban al estrado, además de Felipe VI, el propio alcalde, Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu. Los cuatro hablarán ante los invitados en el polideportivo Miguel Ángel Blanco, con capacidad para medio millar de personas. Entre ellas estarán expresidentes como Felipe González y José María Aznar.

«A todas las víctimas»

Según Blanco, el Consistorio, que lleva semanas ultimando los detalles del acto, le ha explicado que, al cumplirse un cuarto de siglo del espíritu de Ermua, se pretende hacer extensivo el homenaje «a todas las víctimas de ETA», así como a los movimientos cívicos, las fuerzas de seguridad y a toda la ciudadanía que se movilizó para clamar por la vida del joven edil. «Cómo no voy a querer yo que se les homenajee», insistió la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, tras recordar que el «origen» de todo aquello fue precisamente el secuestro y asesinato de su hermano.

El alcalde, que ofreció a la diputada recoger la insignia de su hermano en el homenaje que se va a tributar a la Corporación en pleno de aquel 1997, busca ahora fórmulas para reconducir la polémica que amenaza con emborronar gravemente la efeméride. Abascal, en todo caso, huye de «polémicas» y recuerda que han invitado a todos los partidos «sin excepción», sindicatos, patronal, movimientos sociales y fundaciones de víctimas.

Aunque Feijoo tenía en principio previsto asistir al acto presidido por Felipe VI -está por ver si la cúpula popular en pleno se ausenta finalmente si el Consistorio no da paso a la hermana del edil-, en las filas del PP cunde la «indignación» por lo que consideran un «veto» en toda regla a sus siglas, justo en la misma semana en la que Pedro Sánchez ha dejado lista para su aprobación definitiva la Ley de Memoria Democrática gracias al apoyo de EH Bildu. Es más, ese acuerdo del presidente con la izquierda aberzale explica en buena medida el malestar de los populares. También la incomodidad que en la Moncloa, en plena campaña de imagen tras la debacle electoral en Andalucía, la exitosa cumbre de la OTAN y sus consecuencias en la renqueante coalición con Podemos, puede generar una intervención crítica de Blanco. La diputada popular confía, de hecho, en que Sánchez «aproveche» su intervención en Ermua para «romper toda negociación» con EH Bildu, que sigue sin condenar el asesinato de su hermano y sin «pedir perdón». «Sánchez tiene una oportunidad de oro, delante del rey y de toda España, de romper con Bildu y dejar de ser el socio de un partido dirigido por los jefes de ETA», abundó, en el mismo sentido, el presidente del PP Carlos Iturgaiz en Radio Euskadi. De momento, el líder de Vox, Santiago Abascal, que tenía previsto ir a Ermua, ya ha decidido que no acudirá en protesta por los acuerdos de Sánchez con el partido de Arnaldo Otegi.