El presunto asesino de Marta Calvo sostiene que solo se deshizo del cuerpo y no la mató

AGENCIAS LA VOZ

ESPAÑA

Jorge Ignacio Palma, durante su declaración , este miércoles, en la decimoséptima sesión del juicio con jurado que se sigue celebrando en la Audiencia de Valencia tras un reajuste del calendario de comparecencias.
Jorge Ignacio Palma, durante su declaración , este miércoles, en la decimoséptima sesión del juicio con jurado que se sigue celebrando en la Audiencia de Valencia tras un reajuste del calendario de comparecencias. Biel Aliño | EFE

Jorge Ignacio Palma, el autor confeso de la desaparición, sigue sin revelar el paradero de la joven

22 jul 2022 . Actualizado a las 18:23 h.

Jorge Ignacio Palma, el supuesto asesino de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas y de intentarlo con otras ocho mujeres más en el período de 15 meses, desde verano de 2018 hasta el 7 de noviembre de 2019, ha declarado en el juicio su versión de lo sucedido: «Cuando me desperté me di cuenta de que ella había fallecido. Me dejé llevar por el pánico y no supe que hacer más que querer morir junto a ella. Pensé en deshacerme del cuerpo de la chica, pero como no podía sacarla yo solo, pensé en comprar una sierra para cortar sus extremidades. Eso fue lo que hice. Puse las bolsas en dos contenedores de Alzira y Silla».

Palma ha explicado al jurado, al que se dirigió en numerosas ocasiones, que contrató sus servicios sexuales y se fueron a Manuel, municipio valenciano en el que tenía alquilada una casa: «En la madrugada del 7 de noviembre contraté el servicio de una joven. Respeto y amo a las mujeres. Esa noche fuimos a mi casa y estuvimos unas cuantas horas de fiesta. Nos acostamos. Ella me dijo que no se sentía bien, que llevaba dos días de fiesta y paramos». Según su declaración, al día siguiente, Marta estaba muerta a su lado.

Seguidamente, ha explicado que no llamó al 112 porque se sintió «muy desgraciado». «Lo único que quería era pasar un buen rato y mira con lo que me encuentro. Me vienen a la cabeza los antecedentes por droga, que soy colombiano, que estoy en un servicio sexual... Pensé en suicidarme. No le noté signos vitales y seguramente llevaba tiempo así, así que no me pareció ya oportuno llamar», ha expuesto.

Preguntado sobre dónde están las sierras que utilizó para desmembrar el cuerpo de Marta Calvo, ha sido ambiguo al señalar que era «tan impresionante» para él saber que «lo que estaba moviendo era un cuerpo humano» que se deshizo del cuerpo y como las herramientas estaban «en otra bolsita», entró «a Carrefour», pero no concretó que hizo con ellas, al igual que evitó responder cuando le preguntaron por la ubicación exacta del cuerpo.

Al día siguiente, 8 de noviembre, Palma explica que era su cumpleaños y esperaba la visita de su madre, por lo que pensó en cómo deshacerse del cadáver: «Si hubiera tenido una cochera, hubiera entrado el coche y hubiera metido el cuerpo. Pero como no lo había, decido sacar a Marta como bien se sabe», ha dicho. «Hice algo terrible. La saqué de casa de esa forma y ahora no hallan muchas pruebas. No sé hasta qué punto son exactas las ciencias forenses», ha cuestionado

15 días después de la desaparición, Jorge Ignacio Palma se entregaba en el cuartel de la Guardia Civil. Ha declarado que tardó en entregarse porque «tenía miedo» y en ese período estuvo por la zona de La Safor durmiendo en portales «y otros lugares». «Quería quitarme la vida, estaba muy desesperado, pero cuando uno se ve frente a la muerte, pensaba... Si no le he quitado la vida a nadie, ¿por qué me voy a quitar la mía? Y al final no pude, prefería quedarme, con lo que eso me ha costado. No saben lo que he sufrido los dos años en esta situación», ha aseverado.

Consumidor habitual de droga

Palma, con antecedentes por tráfico de drogas, de nacionalidad colombiana, complexión fuerte y 40 años de edad; se enfrenta, tal y como reclama Fiscalía, a 130 años de cárcel por 11 delitos de abuso sexual (tres de ellos como medio necesario para un delito de homicidio y siete para un delito de lesiones); y un delito contra la salud pública. Por su parte, los padres de Marta Calvo, quienes ejercen en el procedimiento como acusación particular, piden para el acusado la prisión permanente revisable. Las otras víctimas personadas en la causa también reclaman esta pena. La defensa solicita la absolución.

El acusado, en prisión provisional desde hace dos años y siete meses, ha afirmado que contrataba servicios sexuales a través de prostíbulos o portales webs y que, en ocasiones, pedía hacer fiestas blancas: «Pero eso no lo inventé yo. Yo no soy el precursor de ese tipo de cosas», ha apostillado.

En ese tipo de fiestas, ha asegurado que tanto él como la chica consumían la droga, pero ha negado que la introdujera voluntaria o involuntariamente por sus partes íntimas: «Nunca. Eso no tiene sentido. ¿Para qué lo voy a poner ahí?», ha preguntado. Las ocho víctimas supervivientes a Palma relatan que les introducía dosis de cocaína en la vagina y en el ano, además de en la bebida.

El acusado ha indicado que en ese momento no traficaba ya con drogas y pagaba los servicios de las jóvenes con el dinero que ganaba como pintor o recogiendo frutas, unos 900 euros al mes. «Yo soy una persona muy trabajadora y efusiva. Aquí me desfiguran y me deshumanizan las personas que vienen a declarar», ha lamentado. Afirma que compraba la cocaína que consumía a terceras personas y, preguntado por si intentó asfixiar a una de las jóvenes con las que contrató servicios sexuales, ha dicho: «Nunca. ¿Por qué motivo voy a hacer eso a una mujer o a un ser humano? Va en contra de todos mis principios aunque se me pinte como un monstruo».

Sobre el incidente que mantuvo con otra de las víctimas, Arliene Ramos, en un piso en Valencia, el acusado ha explicado que contrató sus servicios con una fiesta blanca y, transcurrida la hora, se fue. «Empezó a actuar de forma errática. Me vestí y me fui de allí sin más. No la vi convulsionar», ha afirmado. Asegura que se enteró de que había fallecido porque se lo dijo la Guardia Civil cuando se entregó tras la desaparición de Marta Calvo. «Pensé que era un farol», ha añadido.

El acusado ha concluido aseverando que no ha cambiado su versión en ningún momento durante el procedimiento: «Señores del jurado, yo solo conté lo que ocurrió. Punto. Tenía que estar en paz con mi conciencia y que la familia de esta pobre mujer supiera lo que había ocurrido», ha aseverado. 

Biel Aliño | EFE

Madre de Marta Calvo: «Me voy con el dolor de no saber dónde está mi hija»

La madre de Marta Calvo, Marisol Burón, a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Valencia, manifestaba que solo quería saber dónde estaba su hija y «que le caiga todo el peso de la ley» a Jorge Ignacio Palma, el presunto asesino. Al término de la declaración de este miércoles, Burón lamentaba seguir sin una respuesta a su pregunta.

«¿Por qué miente? Cuando fui, le dije que era la madre de Marta Calvo, y él dice que pensó que era una madame. Todo es mentira», ha señalado Burón, en referencia a su visita a Palma cuando buscaba a su hija en los primeros momentos de su desaparición. La madre de Marta rastreó el móvil de su hija hasta la casa del presunto asesino, que negó conocer a Marta.

Burón se ha preguntado cómo el supuesto asesino puede cuestionar lo que dice la Guardia Civil, los forenses y los criminólogos y decir que han falseado los informes. Finalmente, la madre de la joven de 25 años, que supuestamente murió en la casa de Manuel (Valencia) tras mantener una cita con el acusado, ha dicho de este que es un cobarde y se ha preguntado por qué no se suicidó antes de matar a las tres chicas, en alusión a las ideas suicidas que ha manifestado haber tenido Palma desde que Marta Calvo murió hasta que se entregó a la Guardia Civil.