Pedro Sánchez apela a la movilización para ganar el 18F: «Urnas llenas, cambio seguro»

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela A CORUÑA / LA VOZ

ESPAÑA

Pedro Sánchez y José Ramón Gómez Besteiro, este mediodía en la clausura de la convención socialista.
Pedro Sánchez y José Ramón Gómez Besteiro, este mediodía en la clausura de la convención socialista. César Quian

El líder del PSOE cierra la convención apuntando al «proyecto agotado» del PP al frente de la Xunta y reclamando mantener los votos del 23J para que Besteiro sea presidente

21 ene 2024 . Actualizado a las 20:04 h.

Una fórmula de cuatro palabras para sintetizar las posibilidades de éxito del PSdeG en las elecciones gallegas del 18 de febrero: «Urnas llenas, cambio seguro». Lo apuntó el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la apertura y cierre de su intervenión que dio por terminada la convención política celebrada este fin de semana en el Palexco de A Coruña. El cónclave socialista ha servido para ratificar una nueva dirección del partido, en la que entra el candidato del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y también un documento estratégico con los horizontes del partido que actualiza sus políticas e incorpora a la amnistía como un paso «fundamental» para el «reencuentro en Cataluña».

Sánchez admitió sentir «buenas vibraciones con Galicia» de cara al 18 de febrero. Se refirió primero a la manifestación contra el vertido de pélets que transcurría este mediodía en Santiago, a la que acudió Besteiro -quien conectó desde allí en directo- tras intervenir en el plenario al término de comité federal, y argumentó que la labor de la Xunta en la crisis ecológica es un síntoma de que su proyecto en la comunidad está «agotado», superado por «la mala gestión, la soberbia y la mentira». «Cuando hay una crisis, los gobernantes lo que tenemos que hacer es ponernos al frente de esas crisis, ejercer el liderazgo y lo que hemos escuchado la Xunta es decir que las playas son competencia de los ayuntamientos y el mar del Gobierno de España», reprochó.  

Apuntó así a que ese cambio de ciclo venga liderado por el PSdeG, manteniendo al electorado que depositó su confianza en los socialistas el pasado 23 de julio. «[A ellos ] Les pido que se movilicen el 18 de febrero y voten masivamente», reclamó, recordando que una baja participación supondrá la continuidad del PP al frente del Gobierno gallego, pero que una alta permitirá que Besteiro sea el próximo presidente de la Xunta. «Urnas llenas y cambio seguro», reiteró Sánchez su receta, que aprovechó también para ofrecer una nueva acepción de lo que significa el sanchismo«Es que Feijoo y Abascal no formen gobierno, y a Rueda le va a pasar lo mismo».

El discurso de Sánchez, que fue interrumpido unos minutos después de que un joven de Navarra sufriese un ataque epiléptico, sin consecuencias, sirvió para compartir parte de las líneas estratégicas definidas en el documento aprobado en la convención. Entre ellos, el compromiso del Gobierno con Palestina, donde pide un alto al fuego y su reconocimiento por parte de la comunidad internacional como Estado, o la creación de un «centro de pensamiento» con Manu Escudero, uno de los principales asesores de Sánchez en materia económica, para «dar batalla de las ideas en beneficio de la España progresista».

Anunció también un plan de refuerzo en matemáticas y comprensión lectora que podría beneficiar a alrededor de 4,7 millones de alumnos entre tercero de Primaria y el final de la ESO con cargo a los presupuestos de este año. Según expuso, se reunirá esta próxima semana junto a la ministra Pilar Alegría con el Consejo Escolar para impulsar la medida, que podría tener un coste próximo a los 500 millones de euros.

Documento estratégico

Uno de los objetivos del encuentro, además de definir la hoja de ruta hacia las elecciones gallegas del 18 de febrero, era impulsar al PSOE al inicio de la legislatura, marcada por los pactos de los socialistas con Junts. El documento estratégico aprobado por el comité federal actualiza el proyecto político del partido, diez años después de celebrar la última convención. El texto, como hizo también Sánchez en su discurso, alerta sobre el «preocupante avance de las fuerzas reaccionarias en todo el planeta», que el presidente del Gobierno identificó como «internacional ultraderechista» que ha llegado ya a ayuntamientos y comunidades autónomas con las «coaliciones reaccionarias» de PP y Vox. «No solo tenemos que actualizar nuestro proyecto político, sino crear instrumentos de pensamiento que desde el presente ponga las luces largas», explicó Sánchez, que pidió «reivindicar la democracia» y «fortalecer el proyecto progresista».

Los socialistas cierran filas con la amnistía, algo que reconocían también distintos barones del partido durante la convención, y se abren a alcanzar acuerdos «con todos, a izquierda y derecha, incluido el PP». A lo largo del documento, de un centenar de páginas, el PSOE remarca su postura y sus compromisos en once grandes temas, como la cohesión territorial, la cogobernanza, la convivencia, el medioambiente, la igualdad y la política económica, con menciones específicas a la ley de amnistía.