Musicoterapia: cuando las melodías ayudan a curar

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Álvaro Ballesteros

Está demostrado que la música tiene efectos sobre el cerebro. Y de ese poder se vale la musicoterapia para mejorar la calidad de vida de cualquier paciente. La Asociación Galega de Musicoterapia es el puntal de lanza de esta disciplina en Galicia, que cuenta con un máster de 6.000 horas divididas en cuatro años

18 dic 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Sonido, ritmo, melodía y armonía. Son los cuatro ingredientes que conforman una de las creaciones más bellas del ser humano: la música. Y si la música es capaz de transmitir melancolía, hacer arrancar con fuerza por la mañana, relajarnos o inyectarnos una dosis de optimismo, ¿por qué no curar? Sanar a través de la música es lo que hace la musicoterapia, una disciplina que en Galicia tiene como puntal de lanza la Asociación Galega de Musicoterapia, dirigida por Montse Merino. Pero, ¿qué es exactamente la musicoterapia? «La musicoterapia es la utilización de la música y sus elementos musicales por un musiciterapeuta cualificado con un paciente o grupo en un proceso para facilitar o promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión la organización...», explica Merino. Y a través de esa terapia se busca satisfacer las necesidades del paciente, ya sean físicas, emocionales, mentales , sociales o cognitivas. Es decir, su fin es promover potenciales o restaurar las funciones de un individuo de manera que pueda lograr una mejor integración intra o interpersonal y con ello, una mejor calidad de vida.

Base científica

«Desde muy antiguo se sabe que la música ayuda a mejorar la calidad de vida. En su momento era medicina, pero luego empezó a perder ese prestigio», que ahora se está recuperando. Y para devolver a la música al lugar que le corresponde en lo que a salud se refiere, se necesita una base científica. El modelo Casa Baubo, relata Merino, tiene ese fundamento científico, porque todo lo que propone esta investigadora está contrastado. Su investigación comenzó en el ámbito del coma, y, por ejemplo, en el seminario internacional de jazz que organizó participó el reputado neurocientífico Robert Zatorre, que centra su investigación en las relaciones entre el cerebro y la música y que ahora colabora en el máster de Musicoterapia de Galicia, que este curso empieza su segunda edición.

«Surgió por la necesidad de una formación potente mientras no exista el grado», que no está implantado en España. La confederación europea de musicoterapia ha establecido que el máster debe tener 60 ECTS y 1.500 horas, así como horas de formación clínica supervisada y trabajo personal. «La formación de Galicia tiene 6.000 horas y cuatro años», explica Merino. El máster tiene casi mil horas de formación práctica, divida en tres años. El primero es de observación, ver como se trabaja en todos los ámbitos. «Ahí es donde vas a ver cuál es tu campo». El segundo año se centran en el campo de su elección y siguen a un paciente. Indagar significa hacerse preguntas. Y el tercer año es cuando entra la investigación científica.

El máster en musicoterapia surgió por la necesidad de una formación potente mientras no haya grado»

Desde muy antiguo se sabe que la música ayuda a mejorar la calidad de vida y se usaba como medicina»