Los adolescentes que sonríen al cáncer

Daniel Roldán

EXTRAVOZ OK

Tener cáncer es un batacazo que hace tambalear la ilusión de la adolescencia. Pero un grupo de jóvenes decidieron narrar su experiencia en el cortometraje «Cumplevidas», para contarle al mundo cómo es su vida y lanzarles a los demás adolescentes un mensaje: «Se puede salir»

15 oct 2017 . Actualizado a las 16:57 h.

Diego habla bajito, pero con claridad. Todavía recuerda, como si fuera ayer, los días posteriores a su décimo cumpleaños (ahora tiene trece). Le diagnosticaron leucemia. «Después tuve una complicación con un quiste pancreático. Después, algo en la sangre», cuenta. Tiene la piel dura. Como los cocodrilos. Solo se permite una sonrisa cuando regresa con sus amigos, sus compañeros de reparto. Por Diego ha tenido la suerte de participar en un cortometraje, Cumplevidas’, para contarle al mundo cómo es la vida de un adolescente con cáncer. «Se puede salir», indica.

 Cada año, se diagnostican en España unos 1.300 casos de cáncer infantil y unos 450 se diagnostican en adolescentes. Como Alejandro. Con doce años le dijeron que tenía una leucemia mieloblástica aguda. Entró en La Paz en septiembre de 2014 y salió del hospital madrileño siete meses después. Asistía a reuniones de la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (Asian) cuando le propusieron la idea de hacer cine en un proyecto de la Fundación Diversión Solidaria y Cinfa. «Fue muy complicado. Aprenderse los diálogos es un trabajazo. Aprecio ahora mucho más el trabajo de los actores», cuenta. Siempre sonriendo.

 En un fin de semana

Para Lucía, renqueante todavía por culpa de un meduloblastoma -tumor maligno intracraneal-, lo más difícil fueron las esperas y las tomas. «Hay que repetir mucho», dice sin disimular una sonrisa de orgullo. Porque estos doce jóvenes no solo se pusieron a las órdenes de Jorge Naranjo para rodar el cortometraje en un fin de semana, sino que también participaron en la construcción del guion. Con sus historias propias, las alegrías y las tristezas. Yolanda, por ejemplo, está contenta: sufre cáncer de huesos y tienen que operarla cada año. «Al menos no tengo quimioterapia», afirma sin darle importancia. Piel de cocodrilo. Su único problema fue compaginar los exámenes con la preparación del rodaje.

El proyecto nació hace un año, pero había que juntar a los doce chavales para realizar una lluvia de ideas y que pudieran participar en las charlas con profesionales del cine como Javier Gutiérrez, Eva Isanta, Daniel Guzmán, Javier Fesser, Fran Perea, Alex O’Dogherty o Raúl Peña. Y también había que contar con los tratamientos. «Para los chicos que estaban en el hospital, esta experiencia fue liberadora porque era un contacto con la realidad», apunta Verónica Eslava, psicóloga de Asion. «Las artes, la creatividad, tienen un gran efecto terapéutico», afirma rodeada de sus muchachos, amigos ya de por vida. El cortometraje se estrenó el pasado viernes en la web de la fundación. Un grito de esperanza en el día internacional de la sonrisa.