«La piel necesita caricias y abrazos; necesita ser tocada»

Ana Montes

EXTRAVOZ OK

La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo pero desconocemos las batallas que libra por nosotros. Una de ellas tiene su origen en la microbiota, cuyo estado afecta directamente a la salud de la piel.

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con formación en nutrición y una eminencia en flebología, Adler ahonda en la interacción entre la microbiota intestinal (formada por microorganismos y la piel en la cual también influye la psique y los cuidados corporales.

 -Hoy día ya conocemos la importancia de la microbiota (conocida popularmente como flora intestinal) cuyo bienestar está unido al del cerebro. ¿Qué relación guarda además con la piel?

-En 2008 se descubrió la importancia de la microbiota compuesta por bacterias responsables de nuestro estado de salud. Pero además ahora se está empezando a analizar y tener en cuenta la flora de la piel, del pulmón y la vagina. En dermatología esa relación entre la microbiota intestinal y la de la piel ya se ha establecido en personas con rosácea, ya que suele deberse a un intestino irritable o helicobacter pylori, así como la dermatitis se debe a un exceso de levaduras intestinales. Y hay una relación entre el estado de la microbiota intestinal y las depresiones, el sistema inmunológico y la producción hormonal.

-Cuando hay una inflamación intestinal, ¿la piel reacciona siempre?

-Exactamente. Además el sistema nervioso vegetativo de la piel y del intestino es el mismo: el riego sanguíneo, los capilares, son uno. Empíricamente se ha demostrado que cuando el intestino está enfermo, la piel también está enferma porque las bacterias de la microbiota ya no producen suficientes vitaminas y llevan a una falta de micronutrientes de los alimentos.

-Entonces, ¿para regenerar la flora de la piel habría que regenerar la microbiota?

-Sí, regenerando primero la microbiota podemos tratar muchas enfermedades de la piel como la dermatitis, influir en el cáncer de piel y enfermedades autoinmunes como la psoriasis, la rosácea y otras. Y en el acné, en el caso de que el origen sea hormonal como el síndrome PCO, en mujeres, que conlleva caída de cabello y salida de vello en mentón, abdomen y pechos, a veces también una resistencia a la insulina y quistes en los ovarios. Hay pruebas que indican que esto puede tener que ver con la flora intestinal y se pasa de generación en generación.

-¿Se puede heredar la flora intestinal de los padres?

-Sabemos que el estado de la microbiota intestinal influye a la hora de activar y desactivar genes en el cuerpo, es decir, la epigenética, el conjunto de factores que influyen en la expresión de los genes. Y esto explica por qué se puede heredar la flora de los padres, que, si es mala, se transmite al hijo a través de los genes según estén activados o no.

-¿Podría regenerarse también la piel de forma autónoma sin depender de la microbiota?

-En la actualidad existen los dos enfoques. Por una parte, se están desarrollando tratamientos probióticos para la piel a base de cremas y espráis con bacterias y productos a partir de las sustancias metabólicas de estas bacterias, que son las armas con las que lucha nuestro cuerpo. Así que esperamos que en el futuro todo sean bacterias buenas que luchan contra las malas en vez de más antibióticos que acaban con todo. Pero sabemos que la mejor forma de asegurarnos una buena salud de nuestra flora dérmica depende del parto. Los niños que nacen por parto vaginal, suelen tenerla sana, ya que se forma con la flora vaginal de la madre lo que les protege durante toda la vida de dermatitis y asma. Pero los que nacen por cesárea tienen un flora dérmica muy diferente, más proclive a las enfermedades, por eso se recomienda que se extraiga de la vagina de la madre un poco de su flujo y se unte con él al bebé.

-¿Estos probióticos dermatológicos se van a realizar con bacterias propias o de laboratorio?

-No se sabe, aunque lo último es lo más probable. De hecho ya hay cepas de bacterias humanas que están en los laboratorios y pasando de generación en generación durante décadas. Supongo que se administrarán en polvo. Hay un profesor que está experimentando consigo mismo y, en vez de lavarse, solo se aplica un espray con las cepas. En la tele pública alemana se hizo un experimento con una mujer que durante tres semanas no se lavó y recupero dos cepas nuevas de bacterias buenas que previamente se le habían extinguido por usar tanto jabón.

-¿Actualmente no hay probióticos para la piel?

-En Alemania está la empresa Ibiotics pero es reciente.

-El dermatólogo también se ocupa de las mucosas (genital y oral) ¿Podría por tanto resolver un problema de la mucosa intestinal para influir en la salud de la piel?

-Yo lo hago porque la mucosa es un todo. Lo primero es ver si el paciente tiene alguna carencia nutricional y luego analizar la microbiota intestinal porque muchos de los que padecen alergias realmente tienen su origen en enfermedades autoinmunes, o problemas intestinales causados o no por el estrés. Muchos pacientes tienen intestino permeable, que es cuando la mucosa intestinal se debilita y se agujerea a falta de bacterias haciendo que la unión entre estas no sea lo suficientemente fuerte. Igual sucede con el manto protector de la piel, que puede volverse permeable. Si la mucosa intestinal se agujerea, pueden entrar sustancias nocivas o alimentos no digeridos que hacen que el sistema inmunológico sobrereaccione, lo cual es contraproducente. Por eso a mis pacientes les hago un examen genético molecular del microbioma, miro cuántas bacterias hay buenas y malas, o si hay levadura, etc y a partir de ahí se decide su dieta o cómo tratarse con probióticos.

-¿Esto les ayuda a mejorar?

-Mejoran y la intolerancia desaparece. Una intolerancia común es a la histamina porque a menudo la flora intestinal está dañada y cuando la reparas la gente puede volver a comer de todo.

-La psoriasis está asociada a una permeabilidad de la dermis y además a los cambios emocionales. ¿Por qué la piel es tan sensible a las emociones?

-En la piel tenemos muchas fibras nerviosas y estas emiten sustancias químicas de inflamación. Si ya hay una pequeña irritación, la psoriasis reacciona y también se irritan los nervios. Además, el estrés eleva el nivel de cortisol y con esos altos niveles cambia el sistema inmunológico que reacciona a factores psíquicos que se llaman neurovegetativos. Con la dermatitis, la rosácea y el acné sucede lo mismo. El problema de la psoriasis es que aunque se puede tratar con una crema de cortisona, cuando dejas de tratarte, empeora.

-Además ¿abusamos del jabón?

-Sin duda, y si no lo elegimos bien, puede cambiar el ph de nuestra piel. Pero también la piel necesita ser tocada, necesita abrazos, caricias, porque el tacto y contacto humano segrega sustancias químicas buenas para la misma piel.