CR-V, un genuino todocamino fiel a sus raíces

JUAN ARES SANTIAGO / LA VOZ

MOTOR ON

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Cinco millones de unidades vendidas desde 1995, y ya en la cuarta generación

12 mar 2015 . Actualizado a las 17:01 h.

Honda tiene en el CR-V uno de los pilares de su gama automovilística. Responde este modelo crossover a una filosofía de coche fiable, versátil y espacioso, y ahora, en su cuarta generación se adapta al mercado con versiones de dos ruedas motrices, de las que no disponía. Ha mejorado su estética con un nuevo frontal y mantiene los pilotos traseros verticales. Hemos probado el CR-V, dotado de motor diésel 2.2 de 150 caballos, que es el que se adapta mejor al cliente español, a pesar de que en este caso no se dispone de la versión de dos ruedas motrices. Pese a medir tres centímetros menos de altura, sigue siendo espacioso como su antecesor, con comodidad para cinco pasajeros y con maletero de 589 litros. Además, ahora ofrece varias delicatesen, como la apertura eléctrica del portón trasero o las luces diurnas delanteras y traseras LED. En el interior se ha mejorado el ruido, los asientos posteriores se pliegan, partidos con facilidad, y tiene nueva pantalla informativa de cinco pulgadas. El nuevo motor diésel ha mejorado sus consumos y emisiones, unido en este caso a una caja manual de seis velocidades. En chasis y suspensiones lo hemos notado más rígido, sobre todo asfaltizado, ya que este será su uso habitual. Los que quieran utilizarlo como todoterreno disponen del sistema de tracción 4x4 Real Time, controlado ahora electrónicamente y que reparte el par a las ruedas, según las necesidades, sobre el terreno. También cuenta con un control de descenso. A finales de año está prevista una nueva motorización diésel, de 1.6 litros y 120 caballos, con tracción delantera que permitirá reducir consumo y precio, ya que las versiones iniciales de este CR-V parten desde los 27.200 euros, por encima de rivales naturales como el Ford Kuga o el Hyundai ix35.