El nuevo C3 aporta más frescura

MOTOR ON

Después de catorce años en el mercado y tres millones y medio de unidades vendidas, Citroën cambia radicalmente su modelo C3. Más que evolución, es revolución. Con una línea mas juvenil y desenfadada, aparentando un estilo «crossover» y con muchas opciones de personalización, se pondrá la venta a principios del 2017 desde 11.750 euros.

13 nov 2016 . Actualizado a las 20:57 h.

El mercado de los urbanos, donde se inscribe el C3, es muy importante para todas las marcas generalistas, ya que supone en España, por ejemplo, más de un 30% del mercado total. La apuesta de Citroën es un coche moderno y vanguardista, que mantiene su polivalencia, con 3,99 metros de largo para cinco plazas y con cinco puertas, además de un maletero de 300 litros. Pero su aspecto nos recuerda al del innovador C4 Cactus, un guiño al estilo crossover, incluyendo los airbumps, esas almohadillas protectoras en sus puertas laterales. También su frontal tiene aires de familia con los C4 Picasso, ya que lleva dos líneas de luces frontales, unas diurnas led en la parte superior, enclavadas en los chevrones distintivos de la marca, y otra inferior con las ópticas de carretera y largas. Si el anterior C3 era muy redondeado, esta nueva generación se estiliza un poco más.

PERSONALIZABLE

Otra característica que se hará notar en el nuevo C3 es su carrocería bicolor en las versiones más altas, incluso con techos que parecen flotar sobre el coche en diferentes colores y con acabados interiores a juego. Es parte de la personalización que tanto gusta a los clientes más jóvenes y que Citroën potencia también con otros elementos del coche. Habrá hasta 36 opciones diferentes de combinaciones.

En el interior, más de lo mismo. Desenfado es su nota predominante en el diseño, por ejemplo, de los asientos, muy planos y con telas juveniles, o en detalles como los tiradores de las puertas. Puede equipar incluso como opción un techo panorámico.

Precisamente en el interior es donde el C3 hace un guiño a los jóvenes conectados. Lo hace con una cámara instalada en el parabrisas, que se acciona desde el interior y que permite hacer fotos de todo lo que está delante del coche, incluyendo posados de sus propios ocupantes. Un botón detrás del retrovisor pone en marcha la cámara, para hacer vídeos o fotos, conectada con una aplicación de móvil que permite subirlos a las redes sociales.

Además de todo esto, el C3 tiene tecnología para alertar del cambio involuntario de carril, avisador de fatiga, cámara de isión trasera, sistema de vigilancia de ángulo muerto y ayuda al arranque en pendiente. Por supuesto hay navegador con cartografía mejorada 3D y la posibilidad de conectar al sistema del coche móviles en espejo, así como activación de estas funciones por voz. Todos estos sistemas se manejan desde la pantalla táctil central en el salpicadero

Se nota que Citroën quiere alejar su nuevo modelo del target de clientes del anterior C3, que eran en muchos casos personas muy maduras.

En lo que no habrá duda es en los equipos de motorización. El grupo PSA ha renovado casi toda su gama y ello permite que el nuevo C3 disfrute de motores diésel Blue HDi y los laureados PureTech de gasolina.

En diésel se recurre a potencias de 75 y 100 caballos con stop&start y cajas de cambio manuales. Más adelante habrá versiones automáticas con el cambio EAT6. En gasolina, la gama PureTech de motores tricilíndricos se articula con potencias de 68, 82 y 110 caballos.

La gama del nuevo C3 conjugará estas motorizaciones con cuatro niveles de acabado, Live, Feel, Shine y Business, con precios que parten de los 11.750 euros para la versión gasolina de 68 caballos en acabado Live. En diésel la gama empieza en 1a versión Blue HDi 75 caballos Live con un precio de 14.000 euros. El C3 más caro en el lanzamiento de este modelo será el Blue HDi 100 caballos acabado Shine por un precio de 18.450 euros.

Al margen de esta gama hay disponibles packs para los acabados más sencillos que incluyen radio con Bluetooth y aire acondicionado.

El coche, en la prueba que realizamos, se mostró ágil y sencillo de conducir, sobre todo muy agradable en ciudad. Resulta menos ruidoso que el Cactus, e incluso sus acabados parecen más confortables. A nivel dinámico, salvo la versión de 68 caballos menos potente, los demás propulsores le garantizan brío y prestaciones buenas por carretera, con consumos muy aquilatados.

El nuevo C3 será la base del futuro WRC de Citroën para el mundial de rallyes, por lo que habrá que contar en el futuro, tras su lanzamiento, con versiones de carácter más deportivo que las actuales.