El gran escultor de automóviles

Ignacio Ferreiro González

MOTOR ON

Pintor, escultor, arquitecto e inventor, durante su colaboración de más de tres décadas con la empresa Citroën Flaminio Bertoni diseñó modelos como el Traction Avant, el 2CV o el DS, que respondían tanto a las necesidades de cada época como a las nuevas posibilidades que ofrecían los avances de la industria, y constituyen referencias imprescindibles de la historia del automóvil.

15 ene 2017 . Actualizado a las 18:32 h.

A pesar de que su diseño más aclamado, el Citroën DS, fuese premiado como mejor obra de arte industrial en la Triennale de Milán de 1957, o elegido en el 2009 como el automóvil más bello de la historia por un jurado de veinte diseñadores del mayor prestigio -entre otros Giorgetto Giugiaro, Leonardo Fioravanti o Marcelo Gandini-, la figura de Flaminio Bertoni es muy poco conocida, confundiéndosele con frecuencia con su compatriota Bertone, con el que no guarda relación alguna.

Nacido en 1903 en Masnago, un barrio de la ciudad italiana de Varese, el fallecimiento de su padre hizo que a los 15 años entrara de aprendiz en la Carrozzeria Macchi, simultaneado su trabajo con estudios en la Escuela de Bellas Artes de Varese, y destacando pronto por su facilidad para el diseño, lo que supondría una invitación a un viaje de estudios a París, adonde llegaría a principios de 1923 para trabajar en varias empresas dedicadas al diseño y construcción de carrocerías. De vuelta a Italia en 1925, Bertoni continuará trabajando para Macchi, ya como diseñador jefe, hasta establecerse por su cuenta en 1929, pero el mayor desarrollo de la industria automovilística en Francia y la oposición familiar a su boda con la que sería madre de su primer hijo le deciden a volver a París en 1931. Tras una estancia en la Sical, Société Industrielle de Carrosserie, que fabricaba carrocerías para Citroën, es contratado en 1932 por esta empresa, en la que su primer trabajo será el Traction Avant, para el que André Citroën había rechazado los diseños anteriores, y del que se dice que su maqueta fue modelada en una sola noche por Bertoni. Tras el éxito comercial que supuso su lanzamiento en 1934, Bertoni sería encargado de las distintas variantes coupé, cabriolet y familiar del Traction Avant, y comenzaría además a trabajar en dos nuevos proyectos: la Très Petite Voiture o TPV, del que resultaría el 2CV; y la Voiture à Grande Diffusion o VGD, del que nacería el futuro DS.

La Segunda Guerra Mundial no solo supuso la paralización de estos nuevos proyectos, sino que planteo otros problemas a Bertoni, que nunca renunció a su nacionalidad italiana, y sería arrestado en 1940 por negarse a firmar un acta de lealtad a Francia, y de nuevo en 1944, acusado de colaboracionista. Un accidente de motocicleta en 1940, por el que tuvo que ser intervenido para salvar su pierna izquierda, le obligaría a permanecer casi un año hospitalizado, comenzando durante su convalecencia los estudios de Arquitectura, que terminaría en 1949.

Finalizada la guerra, en 1948 se presenta el Citroën 2CV, un modelo inicialmente mal valorado, pero que se convertirá en un hito de la industria del automóvil, mientras Bertoni, simultaneándolo con su participación como escultor en exposiciones y su trabajo como arquitecto, desarrolla el proyecto de la VGD, del que resultará en 1955 la presentación del DS, que suscitará la admiración unánime del público y la industria, manteniéndose en producción, en sus sucesivas versiones, durante los siguientes 20 años. El último diseño de Bertoni para Citroën será el Ami6 presentado en 1961, el mismo año en que es nombrado Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa por el ministro de Cultura y Premio Nobel Andrè Malraux. Tres años después, en 1964, Bertoni fallece por un ictus cerebral.

En el extraordinario Citroën DS resaltaban tanto como su vanguardista diseño los avances técnicos incorporados por el equipo dirigido por el ingeniero André Lefèbvre, desde los frenos de disco delanteros hasta la suspensión hidroneumática diseñada por Paul Magès, convirtiéndolo en un automóvil capaz tanto de cosechar éxitos en ralis como de servir de vehículo oficial. Desde su victoria en Montecarlo en 1959, el DS alcanzará un brillante historial que continúa la tradición de las distintas expediciones organizadas por la marca Citroën en sus orígenes, y cuenta además como automóvil presidencial con un mérito siempre recordado: el 22 de agosto de 1962 un comando de la OAS ametralla en el barrio parisino de Petit-Clamart el Citroën DS -sin blindaje- en el que viajan el presidente De Gaulle y su esposa; con 14 impactos de bala y dos ruedas perforadas -y un conductor con la sangre fría necesaria-, el DS continúa su marcha a gran velocidad, evitando un fatal resultado.