Un Ferrari bajo el jardín

Óscar Ramos Ayerra
Óscar Ayerra REDACCIÓN

MOTOR ON

En 1978, en el jardín de una casa de un barrio a las afueras de Los Ángeles, desenterraron un Ferrari Dino 246 GTS de 1974. Según algunos expertos es uno de los 10 mejores modelos del «cavallino rampante» de todos los tiempos. ¿Qué ocurrió?

12 sep 2017 . Actualizado a las 09:46 h.

Cuando fue desenterrado llevaba puesto unos trapos en el tubo de escape para evitar que entrase humedad al motor, unas alfombras cubrían parte de su carrocería y las ventanillas a medio cerrar habían permitido que la tierra entrase en su interior. Los cuatro años de oscuridad habían dejado huella en este Ferrari, pero, por suerte, la sequía que asoló California durante 1976 y 1977 repercutió en que el sustrato no adquiriese su humedad habitual, por lo que la estancia bajo tierra fue algo benevolente. Su estado no era malo, pero la herrumbre ya se había propagado por toda su estructura.

Rosendo Cruz de Alhambra, su propietario, un fontanero de Los Ángeles, había denunciado su robo solo dos meses después de comprarlo en octubre del 74. Según la denuncia policial, el coche desapareció del aparcamiento del restaurante donde cenaban él y su mujer. El caso fue cerrado por falta de pruebas y la aseguradora compensó a su propietario con los 22.500 dólares que le había costado el vehículo, lo que hoy serían unos 100.000 euros. 

LOCALIZADO

Cuatro años más tarde aparece el vehículo enterrado en el jardín de un barrio de Los Ángeles. La versión oficial decía que unos niños descubren, jugando, un vehículo en el patio su vivienda. Más tarde desvelarían que había sido un soplo a la policía y que para ocultar la identidad del confidente crearon esa versión. El eco en la prensa de la época convirtió al Ferrari en un objeto de deseo. Al pequeño Dino le salieron numerosos pretendientes. La aseguradora decidió subastarlo por menos de 10.000 dólares, dado su estado. Su primer dueño, un hombre de negocios de los Ángeles, no tardó más de unos meses en deshacerse de él. Su siguiente y todavía actual propietario, Brad Howard, lo restauró por completo respetando estrictamente la originalidad. 

CASO CERRADO

Las primeras investigaciones contemplaban la posibilidad de una estafa para cobrar el seguro. El propietario contrató a terceras personas para robar y desguazar el Ferrari, teoría basada en el trozo rectángular que faltaba al lado del faro trasero derecho, supuestamente como prueba de corte. Teoría que nunca se pudo probar por falta de pruebas. Los ladrones nunca fueron descubiertos.

En 1986 se sabría que el Dino GTS fue comprado en 1974 en el concesionario más famoso de Los Ángeles por aquel entonces, el Hollywood Sports Cars, donde Frank Sinatra, Sammy Davis Jr. o las hermanas Gabor habían adquirido sus vehículos.