Amazon Music Unlimited: 50 millones de canciones, 2 euros al mes

María Viñas Sanmartín
María Viñas REDACCIÓN / LA VOZ

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Carlos Jasso

Jeff Bezos ha puesto a funcionar esta semana en España su propio Spotify: una robusta biblioteca musical bautizada como Amazon Music a cambio de 9,99 euros mensuales. Pero ojo: de la suscripción Prime (12,42 euros) podrán beneficiarse seis personas a la vez. Hagan cuentas.

02 jul 2018 . Actualizado a las 21:09 h.

La cuestión es qué servicio de música en streaming es mejor: Spotify, Apple Music, Google Music o el recién llegado Amazon Music Unlimited. La plataforma de Jeff Bezos engordó esta semana la oferta disponible en nuestro país con una potente estrategia de seducción que apunta directamente al bolsillo.

Las tarifas más básicas colocan al nuevo jugador del competitivo tablero de las plataformas de música bajo demanda en el mismo nivel que sus rivales directos. La suscripción estándar en España se sitúa en los 9,99 euros mensuales, un coste muy similar al de los demás. Sin embargo, cuando sobre la mesa nos sentamos a analizar los paquetes más complejos, la calculadora nos muestra el gran filón de la nueva oferta de Bezos. La tarifa del suscriptor se reduce hasta los 8,25 euros mensuales si decide tirar de bolsillo y realizar un único pago de 99 euros al año.

Las cosas se ponen realmente interesantes en el plan familiar. Por 14,99 euros al mes podrán acceder al catálogo hasta seis usuarios. Y realizando un único pago de 149 euros anuales al comienzo de la contratación, la tarifa mensual se queda reducida en 12,42. Hagan cuentas. Por poco más de dos euros, cada uno de los usuarios del plan familiar podrán acceder al catálogo musical del gigante del comercio electrónico.

Conscientes de que el precio no lo es todo, Amazon también ha decidido apostar por ir un paso más allá en su catálogo. Con una librería de hasta cincuenta millones de canciones, el archivo de los chicos de Bezos supera en unos diez millones de temas al resto de plataformas.

El gran problema de Amazon es que aterriza de último en un mercado saturado en el que -salvando la parte económica- casi no ofrece nada distinto que justifique una mudanza de sus potenciales clientes. El principal músculo del nuevo está localizado en la integración con Echo, el altavoz inteligente de Amazon, un cacharro que nos permitiría pedirle ese tema que no paramos de tararear o una canción según nuestro estado de ánimo sin tener necesidad de teclear una sola letra o tocar el ratón. Y es aquí donde ese músculo del que tanto presumen se desinfla por completo. Porque mientras a España no llegue el revolucionario Echo -que ni está ni se le espera pronto- la carta de presentación de Amazon es más de lo mismo. Salvando el diseño, que algunos consideran más sencillo y limpio que el de los demás, los puntos fuertes del servicio que nos ha traído Bezos apenas invitan a lanzarse a la piscina.

En el fondo está la misma filosofía. Escoger canciones y discos concretos, descubrir música que no conocemos de la mano de las recomendaciones o disfrutar de contenidos personalizados sin interrupciones en forma de publicidad.